EL primer comic o historieta de un autor cubano, bajo el título de El asesinato de Mr. Gouffe en París, fue obra de Ricardo de la Torriente, quien después creara el célebre personaje de Liborio.
Esto lo comenta Miguel Bonera Miranda, licenciado en Historia e investigador agregado, quien escribe el primer diccionario de la historieta cubana y ha encontrado interesantes datos en torno al tema.
«El asesinato... fue una historieta basada en un suceso real, en que un proxeneta de la época, el francés Einaud, dio muerte al hombre que vivía con su prostituta favorita, a la que él explotaba sin piedad».
Cuenta Bonera que ese chulo no solo cometió el asesinato, sino que descuartizó el cadáver, lo introdujo en un baúl y lo envió en un tren con la esperanza de que no apareciera nunca.
«Sin embargo, el asesino fue capturado a fines de 1888 o principios de 1889 en Cuba, saliendo precisamente de un prostíbulo. Lo detuvieron gracias a la audacia investigativa del jefe de la Policía de París, Gorón, quien siempre escribía las historias de sus casos más sensacionales. Así llevó a libro ese mismo caso, con el título El amor criminal».
Posteriormente, Torriente convirtió en historieta la vida de Manuel García, el Rey de los Campos de Cuba, tema que luego siguió Plácido Fuentes en el periódico Hoy.
Dice Bonera que la historieta es el noveno arte «y con mayúscula» y que Cuba es una de sus potencias en América Latina.
«Las primeras historietas nuestras se hicieron por emigrados cubanos en Nueva York, en la época de la guerra de independencia. Espero que no se quede ni un solo autor ni su obra fuera de mi diccionario», dijo finalmente Bonera.