Foto: Roberto Suárez Determinar qué día de la semana resultó ser un 28 de julio del año 1975, un 26 de agosto de 1960 o un 15 de febrero de la década del 40, parecería muy sencillo si consultamos viejos almanaques.
Sin embargo, Yusnier Viera Romero, «adivinó» que aquel 28 de julio de 1980 fue lunes, que el 15 de febrero de 1945 fue un jueves..., en solo cuestión de segundos y sin utilizar calendarios.
Este joven, nacido en el municipio habanero de Bejucal, con sus 24 años de edad cuenta con dos Récords Guinness que le abrirán las puertas en noviembre próximo a las Olimpiadas Mundiales de Cálculo Mental, que se celebrarán en Alemania.
En octubre del pasado año logró determinar en solo 19,8 segundos, los días de la semana de 20 fechas entre los años 2001 y 2100, superando el récord del alemán Matthias Kesselschlager, quien lo hiciera en 24,94 segundos.
Junto a ello, alcanzó determinar 42 fechas entre los años 1600 y 2100, en solo un minuto, en contraposición con las 33 alcanzadas por Kesselschlager en el 2004.
Aunque muchos lo podrían tildar de «sobrenatural», Yusnier es una persona normal, con su novia, sus amigos y sus sueños, que le ofrecen el «equilibrio para llevar adelante mi vocación y la vida juvenil al mismo compás».
—Hay quienes creen que naciste con una computadora en el cerebro.
—Desde pequeño era fanático a los números, participaba en los concursos, y ya en el preuniversitario formé parte de la preselección de Matemática.
«Allí hacíamos competencias de cálculo oral y cuando me preguntaban respondía con tanta rapidez, que a veces pensaban que mi equipo hacía trampa y utilizaba calculadoras, pues no creían que se pudiera tener respuestas correctas en tan poco tiempo, menos aún si las operaciones matemáticas eran con números de más de ocho cifras».
Yusnier ingresó en la Universidad, donde estudió la especialidad de Ciencias de la Computación, de la cual se graduó en 2005 con Título de Oro.
En septiembre de ese año comenzó a entrenarse para los Récords Guinness, y formó un jurado de profesores de Matemática de la Universidad de La Habana, que sirvieran como testigos de sus proezas, justo un mes antes de romper la marca mundial. Una exigencia de la Guinness World Records.
«En ese período me preparé muy fuerte y logré romperlo en el primer intento. Seguí compitiendo hasta que en la décima ocasión implanté el récord de 19,8 segundos. Un momento de mucha tensión, pues solo podía equivocarme una vez, y en cada error se esfumaba una oportunidad.
«Pero confiaba en mí, en los algoritmos (secuencia de pasos matemáticos para alcanzar un resultado) que había diseñado y en todo el tiempo de adiestramiento. Si me equivocaba una vez pasaba a la próxima jugada, en ese momento lo importante es no titubear y seguir adelante».
—¿Te has visto ante situaciones curiosas que requirieron de tu habilidad?
—En algunas ocasiones, por ejemplo, vecinas que se preguntan qué día caerán los quince de sus hijas, y antes de buscar el almanaque yo les puedo decir si será un sábado o un miércoles, o algo tan común como querer recordar que día de la semana nacieron.
«La práctica de la Matemática te sitúa en un nivel de abstracción que de alguna manera te ayuda a crear una visión futurista y calcular las probabilidades de que algo te suceda o no. Es una forma de modelar la vida, siempre que se aprenda bien desde la base, es un motor que te acelera la vida».
—La aplicación de los nuevos sistemas de computación en la enseñanza de los niños les hace más fáciles las operaciones matemáticas. En tu opinión, ¿Puede eso influir en su desarrollo intelectual?
—Creo que si todo se trabaja con medida no tiene por qué afectar negativamente en los niños. Los nuevos softwares que se emplean para el desarrollo de habilidades en los niños o para una mayor facilidad de sus tareas, pueden resultar muy positivos.
«En los pequeños lo más importante es trabajar desde la base, pues la matemática es una ciencia que les permitirá pensar y concretar ideas. Algo tan simple como saberse bien las tablas de multiplicación, es imprescindible en un pionero».
—¿A muchos les interesaría conocer tus «trucos mentales»?
—Hay un niño de once años, Manuel Alejandro, que en cuanto conoció del récord, buscó en el directorio el teléfono de la facultad de Matemática y me encontró; incluso fue a visitarme para que le explicara cuales eran mis trucos, pues él también quiere practicar el cálculo oral.
«En la cuadra los vecinitos, cada vez que tienen una duda vienen y me preguntan, y yo disfruto mucho ayudarlos, pues enseñar es otra de las cosas que más me gusta hacer. Soy profesor de la Universidad y agradezco mucho cada encuentro con los alumnos.
«No hay trucos posibles, a no ser que se le llame truco a estudiar profundamente una materia y después aplicar esos conocimientos en la vida ordinaria.
«La eficiencia es la clave. Me gusta aprovechar las cosas al máximo. Esa es una palabra que llevo muy al día.
«Lo más importante no es el talento, la vocación es algo innato que no podemos cambiar. Por eso nadie debe confiarse en ello y sí emprender una meta donde dar lo mejor de cada uno».
—¿Existe alguna materia que te guste en la cual no tengas que hacer cálculos?
—La historia. Me agrada poner en práctica la memoria en la retentiva de fechas y hechos.
—¿Te envanece ser ganador de un premio mundial?
—El obtener un récord mundial me ha hecho sentir más complacido con mis metas; además, me abrió las puertas para poder participar en noviembre próximo en las Olimpiadas Mundiales de Cálculo Mental en Alemania.
«Sin embargo, aún no estoy satisfecho: faltan muchas metas por alcanzar en la profesión. Quisiera desarrollar algunos proyectos con mis estudiantes de la Universidad y superarme profesionalmente».
—¿Esperas ganar en las olimpiadas?
—Será un evento difícil, pues es la primera vez que me enfrento a competencias de tanto nivel. En ellas se compite en seis modalidades muy complejas.
«La primera consiste en sumar diez números de diez cifras en diez ocasiones en solo diez minutos. La segunda, es multiplicar diez números de ocho cifras, en diez ejercicios con solo 15 minutos. La tercera será hallar la raíz cuadrada de números de más de seis cifras, mientras la cuarta modalidad exige el cálculo de las fechas en determinados períodos... Las restantes serán una sorpresa.
—Para muchos tú eres un genio. ¿Cómo te percibes a ti mismo?
—Soy una persona que trata de buscar el equilibrio en todo: entre entrenamiento y vida personal, entre los errores cometidos y las veces que me levanté para seguir adelante.
«Cuando estaba practicando muchas veces pensé que no lo lograría, pero no me di por vencido, y seguí luchando. Los límites se los pone uno mismo en la vida, y la capacidad de seguir realizando sueños es lo más admirable que puede tener una persona».