Una foto, una historia
El Brasil de Michel Temer ha convocado a las tropas de Estados Unidos a participar en un ejercicio militar conjunto en la Amazonía, específicamente en la triple frontera con Perú y Colombia —que también han sido convocados—, y el propósito es muy preocupante: fortalecer la «capacidad de respuesta rápida» y de «enfrentamiento a ilícitos».
El ejército brasileño se sacudió las posibles suspicacias —que podríamos decir bien fundadas— negando que esa operación sirva como embrión de una base multinacional en la región pulmón del planeta compartida también por Venezuela y Ecuador.
La Operación América Unida, así se llama el ejercicio bélico de diez días, será en la primera quincena de noviembre con sede central en la ciudad de Tabatinga, que limita con la colombiana Leticia y la peruana Santa Rosa y está situada a unos 700 kilómetros de la frontera entre Brasil y Venezuela.
Ejército brasileño niega que la operación conjunta sirva para una base multinacional en la Amazonía. Foto: Ejercito brasileño
Las Fuerzas Armadas Brasileñas han clasificado a esa próxima base internacional —supuestamente temporal—, como «una experiencia inédita» porque va a albergar tropas, equipamientos militares, logística y comunicaciones de los cuatro países participantes.
El entrenamiento está inspirado en uno similar realizado por la OTAN en Hungría en 2015, el cual dejó una base de la alianza atlántica junto a la frontera con Rusia, y esto es un pronóstico bastante preciso para lo que puede suceder en el pulmón del planeta. Brasil estuvo como invitada a esos ejercicios otanianos.
La corporación noticiosa BBC —primera en anunciar el convite del que está considerado el ejército más poderoso de Sudamérica— recordó que esta operación se da en medio de una serie de nuevos acuerdos entre las Fuerzas Armadas de Brasil y las de Estados Unidos, con visitas mutuas de las autoridades militares para «reaproximar» y «estrechar» relaciones.
Tropas de Estados Unidos en la Amazonia. Foto: US Army
«Uno de los objetivos es ejercer un mayor control en la región y crear una doctrina para combatir la delincuencia transfronteriza, que afecta a la región en la famosa guerra fronteriza que está alimentando la guerra urbana existente en nuestras grandes ciudades», dijo el general Theofilo de Oliveira en el video promocional que aparece en la web de AmazonLog.
Sin embargo, fuentes del ejército dijeron a BBC Brasil que el propósito de la actividad es prepararse para «situación de carácter humanitario».
Nosotros añadiríamos que esto puede ser yesca y fuego en un contexto regional que destaca por un virulento acoso y ataques externos y violentas acciones internas contra Venezuela —en los que también se menciona como pretexto para la injerencia la «situación humanitaria»—, con el objetivo de derrocar al Gobierno y a la Revolución Bolivariana, y cuando la derecha de esa nación está pidiendo incluso la intervención militar contra su propio país.
Aproximación entre las fuerzas armadas de Brasil y de EUA. Entrega de la medalla de la Orden del Mérito Militar al mayor general americano Clarence K K Chinn. Foto: BBC Mundo
Otros dos Estados amazónicos acompañan el recelo, Ecuador y Bolivia…
La realidad es que levanta vuelo el águila imperial sobre la Amazonía y suenan las alarmas, porque basta con saber un poco de la región en la cual se desarrollará el ejercicio bélico para entender el porqué de las preocupaciones que tienen como epicentro a Tabatinga, en el corazón de la Amazonía, junto al río Solimoes —nombre que recibe el Amazonas desde la triple frontera hasta la ciudad de Manaos.
El general del Ejército brasileño Guilherme Cals Theophilo, explicó así a la prensa, «El lugar elegido fue Tabatinga porque queremos mostrar al mundo las dificultades de nuestra Amazonía». Los analistas advierten que las dificultades pueden crecer a partir de ahora.
«Invitar a las Fuerzas Armadas de EE.UU. para hacer ejercicios conjuntos con nuestras Fuerzas Armadas, en la Amazonía, es como un crimen de lesa patria. Enseñar al enemigo cómo combatirnos en la selva amazónica es alta traición», afirmaba Zero Hora, un periódico brasileño.
Ejército brasileño convida a EUA para participar en un ejercicio en la frontera amazónica. Foto: BBC Mundo
Una declaración del Consejo Mundial de la Paz, firmada por su presidenta, la brasileña Socorro Gomes, era categórica desde el título «¡Contra la presencia militar de Estados Unidos en la Amazonía!»
«Es sintomático —dice la denuncia de la organización que rechaza el intervencionismo y la instalación de bases militares— que esta invitación a la participación de Estados Unidos fuera hecha por Brasil, según los medios de comunicación nacionales, donde la población vive en post-golpe de estado, bajo políticas reaccionarias subordinadas al imperio y promovidas por un gobierno ilegítimo».
Preocupa al CMP el hecho de que las tropas estadounidenses estarán directamente en la Amazonía «en un momento de mayor tensión regional y de amenazas del imperialismo estadounidense en contra de los gobiernos progresistas de América Latina».
Agrega la declaración un punto a mi entender sustancial, y cito> «No es novedad que los intereses geoestratégicos de los Estados Unidos en América Latina incluyen el control de rutas, recursos naturales y energéticos y la biodiversidad de la Amazonía». Llama entonces la atención sobre estos elementos como motivaciones de Washington a «la promoción de golpes con nuevas formas» en una región declarada Zona de Paz.
La Amazonía es una vasta región de la parte central de América del Sur que comprende la selva de la cuenca del Amazonas, el más extenso bosque tropical del mundo, en el que algunos insertan las selvas tropicales adyacentes de las Guayanas y el Gran Chaco.
Esta eco-región, considerada la de mayor biodiversidad del planeta y por ello declarada como una de las siete maravillas naturales del mundo, se extiende por seis millones de kilómetros cuadrados repartidos entre nueve países, de los cuales Brasil y Perú poseen la mayor parte de la Amazonía, seguidos por Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa y Surinam.
Esa selva esconde «secretos» y riquezas a los cuales muchos quieren llegar y los intereses estadounidenses están en primera fila de la porfía desde hace muchos años. El acercamiento visible en el área de la defensa, tiene también este sustento, aunque en declaraciones de portavoces a la BBC, el ejército del gigante sudamericano dijera que con la Operación América Unida «el objetivo es desarrollar conocimientos, compartir experiencias y desarrollar confianza mutua».
A esos objetivos de la operación militar agregaron el aumento de la «capacidad de rápida respuesta multinacional, sobre todo en los campos de logística humanitaria y de apoyo en la lucha contra los delitos transnacionales».
Es decir, se entrelazan el factor militar y el económico en esta vuelta geoestratégica de Estados Unidos hacia sus vecinos del sur, considerados siempre los de «su traspatio».
Estamos hablando de minerales e hidrocarburos, aire, agua, biopiratería, farmacéutica y alimentos. Flora y fauna de la Selva Amazónica son casi indescriptibles, con especies de plantas todavía por clasificar, miles de especies de aves, innumerables anfibios y millones de insectos, según Wikipedia.
En este emporio está el 20 por ciento de las especies mundiales de plantas. El 50 por ciento de las especies de madera son exóticas, y que están siendo taladas de manera indiscriminada y a ritmo acelerado, lo mismo para fabricar barcos que para palillos de dientes. Papel, muebles finos o instrumentos musicales.
Son innumerables las plantas medicinales que se sabe pueden curar prácticamente toda clase de enfermedades, y se cita úlceras, asma, mordeduras de víbora, problemas sanguíneos, apendicitis, problemas cardíacos, respiratorios, dentales, problemas digestivos y otros. Y en ello se afilan los dientes y engrosan sus bolsillos las industrias farmacéuticas.
Hay grandes cantidades de petróleo bajo la selva amazónica y empresas como Texaco y Chevron se han beneficiado con esto desde los años 50, aun a costa del ecosistema. El caso ecuatoriano es lamentablemente antológico como muestra de la depredación provocada por sobreponer los intereses capitalistas al desarrollo humano y su hábitat.
Minerales no renovables sobran en la Amazonía, tantos como no renovables es esta maravilla de la naturaleza, gravemente herida y a la que se pretende dar el mortal disparo de gracia.
Como advierten los naturalistas y ecologistas, esta selva es muy susceptible a la depredación humana, y ha sido destruida en gran porcentaje durante los últimos 50 años. Una presencia militar como la que se avizora, traería peligros adicionales para el Pulmón del Planeta.
Como es lógico pensar, la embajada de Estados Unidos en Brasilia declaró a la BBC que su país «está satisfecho de haber sido invitado junto con otras naciones socias regionales a participar» en el ejercicio en la Amazonía y que «busca expandir y profundizar las asociaciones de defensa con Brasil».
De manera que los ejercicios militares se producen tras nuevos acuerdos militares entre las fuerzas armadas de Brasil y de Estados Unidos, signados luego del gobierno de facto de Michel Temer, un ambiente propicio para las visitas de autoridades pentagonianas a las instalaciones castrenses brasileñas con el objetivo de «volver a conectar».
En marzo, un funcionario del Comando Sur estadounidense, el general Clarence K. K. Chinn, fue condecorado en Brasilia con una medalla de Orden del Mérito Militar y casualmente visitó las instalaciones del Comando Militar de la Amazonía, donde tendrá lugar en noviembre el ejercicio conjunto.
El 24 de marzo el Ministerio de Defensa de Brasil y el Pentágono firmaron el Convenio para el Intercambio de Información en Investigación y Desarrollo, conocido como MIEA por sus siglas en inglés, recordaba también BBC, y esto ampara «cualquier tipo de cooperación».
El Comando Sur, dice el propio Pentágono o Departamento de Defensa de Estados Unidos, es responsable de realizar operaciones multinacionales con 31 países de Sudamérica y Centroamérica.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, quien ya tuvo un encuentro con su colega Michel Temer, dijo «Brasil es un socio estratégico para la formación doctrinaria de los militares del continente. Si Estados Unidos tiene buena relación con la armada brasileña, es más fácil difundir su mensaje entre los militares de la región».
No perdamos de vista que el exjefe del Comando Sur, el general John Kelly, es el jefe de la Seguridad Nacional del gabinete Trump.
Si, el águila imperial, peligrosamente, sobrevuela y algunos les legitiman los espacios, cuando es evidente su propósito de regresar por sus fueros.