Los que soñamos por la oreja
Dafnis Prieto Aunque a nivel mundial la industria discográfica no vive un buen momento y, a tenor con las transformaciones impuestas por las nuevas tecnologías, se teoriza mucho sobre los cambios que habrán de producirse (y que ya están dándose) en cuanto al modo de distribución y comercialización del producto musical, afortunadamente nuestros compatriotas continúan regocijándonos con el lanzamiento de sus fonogramas. Hoy paso recuento a varios de esos trabajos que han recibido una muy cálida acogida por las audiencias.
El villaclareño Dafnis Prieto ha vuelto a ser noticia en el mundo del jazz, gracias a su segunda producción discográfica, el álbum titulado Absolut quintet, editado por el sello Zoho. La crítica especializada ha afirmado que este CD contiene una música catalogable como vital y genuina. Lo primero que ha sorprendido de la grabación es el formato utilizado por Dafnis, donde incluye saxos, violín, cello, órgano Hammond y, por su puesto, la batería a cargo de Prieto. Aquí el músico protagonista del material se reafirma no solo como uno de los más importantes bateristas cubanos del momento sino, además, como un notable compositor, pues todo el repertorio del disco se integra por piezas de su autoría.
En esta aventura sonora, entre otros instrumentistas, están junto a Dafnis su viejo amigo y antiguo compañero del grupo Columna B, el saxofonista Yosvany Terry; Jason Lindner en teclas y, como invitado especial, el también saxofonista y compositor Henry Threadgill. Caracterizado por complejas estructuras musicales, como lo demuestran cortes al estilo de The coolest o The stutterer, Absolut quintet resulta un álbum de obligatoria mención en lo que vienen haciendo los jóvenes jazzistas cubanos.
Janne Miklos Bogdan, más conocido como Yanesito, es un sueco enamorado de Cuba y de nuestra música. A partir de un contacto suyo con el cantante guantanamero Pascual Matos Aguilera, «El Sinsonte», (vocalista que fuese descubierto por el gran Elio Revé), es que surge la idea de grabar un disco como ¡Dime nagüe!, Soneros All Stars, editado por la compañía Pimienta Records. Este es un fonograma que se arma en torno al changüí, pero interpretado a la manera en que lo hiciera Elio Revé con su orquesta, es decir, no solo con los instrumentos tradicionales sino incorporando otros como trombones y trompetas.
En los 12 temas del CD intervienen músicos como Oderquis Revé, Gilberto Papi Oviedo, Boris Luna, Samuel Formell, Oslén Ceballos Brian, el ya desaparecido José Antonio Rodríguez Aguilera y Eulises Benavides Silveira. Con un personal así, la calidad, al interpretar un repertorio destinado a los bailadores, estuvo garantizada desde un primer momento y, a pesar de la diversidad en la procedencia de los implicados en el proyecto, se logra que en todo el álbum haya una unidad conceptual, gracias a las excelentes orquestaciones del bajista Arnaldo Jiménez. ¡Dime nagüe!... deviene un sentido tributo al changüí, los changüiseros y, en particular, al querido Elio Revé.
En algún momento habrá que rendirle un homenaje público al sello Factoría Autor, perteneciente a la SGAE, por lo mucho y bueno que ha hecho a favor de nuestra música. La diversidad de los artistas cubanos a los que ellos les han grabado discos comprende el amplio espectro que hoy se da en nuestro panorama sonoro. Uno de los más recientes aportes que dicha discográfica nos ha entregado, es el álbum Danzas, Contradanzas, Habaneras y Danzones, realizado por la pianista Alicia Perea, alguien que por mucho tiempo dejó a un lado su propia carrera personal en función de dirigir el Instituto Cubano de la Música.
Este CD, con producción de Alberto Joya, tiene como uno de sus principales valores el hecho de que nos permite poseer de conjunto una visión de la tradición pianística de nuestro país. Con grabación de Jerzy Belc, otro de los imprescindibles, el material sobresale también por los recursos expresivos a los que Alicia Perea echa mano al interpretar las piezas aquí compiladas y que nos hacen sentir el sano orgullo de nuestra condición de cubanos, capaces de expresarnos por igual en cualquiera de los disímiles discursos por los que hoy se decanta la música contemporánea.