Frente al espejo
«No deja de ser cierto que se deben escritos, canciones, libros, reconocimientos, o un simple apretón de manos, a personajes muy destacados (La mansedumbre que alimenta, Alina Perera, 31 de enero) o a humildes trabajadores que nos hacen la vida más llevadera, porque son muchísimos los merecedores. En este muy especial caso, las muchachas que conociste en tan importante tarea de atender a esas “laboriosas” criaturas que no dejan de darnos sus frutos a pesar que les falta “el amor”, y que son tan sensibles que se estresan ante la presencia de extraños, no merecían menos. Gracias por dárnoslas a conocer. ¿Cuántas más como ellas estarán en otros puntos de nuestro archipiélago, en disímiles tareas productivas esperando a que alguien como tú las descubra y se tome un tiempo para contarnos de su dedicación y de sus hazañas laborales?». (Arístides Lima)
«Me encanta el tema (Mi fantasía sexual, 31 de enero, Elena Diego Parra). Creo que sin fantasía no hay vida; es la pimienta de la relación. Y las mujeres somos muy creativas y fantasiosas. Cuando queremos de verdad, lo empeñamos todo por impactar a nuestra pareja. Es cierto, se habla poco del tema en literatura, pero en la vida cotidiana es frecuente, entre amigos, que se comente sobre las fantasías. Me gustaría que tocaran otra vez el tema con especialistas para que los prejuiciosos se destapen… Y no solo los más jóvenes tienen fantasías; mientras más se ha vivido, más iniciativas nos inventamos para romper la rutina». (Yau)
«Muy bueno este tema. Mi esposo y yo sí sabemos cuál es la fantasía de cada cual. Así la relación se vuelve más emocionante. Gracias a ello y a la buena comunicación llevamos ocho años sin rutina. Nadie tiene que sentirse avergonzado por tener fantasías sexuales, al contrario. En la vida hay que ser atrevido». (Grsiyen)