Frente al espejo
«Muy buen reportaje (Se acabó la cola en el Palacio de los Matrimonios, Dora Pérez, Margarita Barrio, Mayte María Jiménez y Ana María Domínguez, 7 de noviembre). Me casé en julio de este año; mi pareja y yo llevábamos ya seis años juntos y decidimos formalizarnos, pero me costó “los dos ojos de la cara”… Tuvimos la ayuda de muchos amigos, pero no es fácil.
«Lo importante no es la ceremonia. Me relaciono con muchos jóvenes —mi esposa es profesora de una secundaria y yo, que tengo 39 años, fui profesor en una sede universitaria— y les puedo asegurar que esa ilusión, sobre todo en las jóvenes, no está apagada, pero el factor “economía” es el más influyente en esta situación. La juventud actual no es la misma que hace 20 años: el mundo cambió y la mentalidad con él…
«Independientemente de sus defectos, nuestra juventud es responsable. ¿Cuántos estudiantes no he conocido que son estrellas en sus carreras y hasta se gradúan con diplomas de oro en sus especialidades? Eso no se alcanza sin responsabilidad, sin seriedad, sin amor a lo que se hace. El matrimonio, la casa y los hijos son en este tiempo una inmensa responsabilidad que un porcentaje elevado de jóvenes no están dispuestos a asumir y no es por falta de posibilidades… Creo que es parte de ese mundo cambiante, no lo veamos como una decadencia. Siempre habrá quienes se casen y quienes no, pero lo más importante es que, con ceremonia o sin ella, haya amor…». (Mandy)
«Una buena reflexión sobre la amistad, creo que muy atinada (El mejor destino, Tecla del duende, 23 de septiembre). Puedo quizá decir que, con los años, incluso las amistades que cultivaste hasta se definen, unas veces porque mueren y otras veces porque las confundiste (por ejemplo, confundiste al compañero con el amigo, etc.). Puedo decir, eso sí, que llamarse amigo o llamar a alguien amigo es algo extraordinariamente serio». (Fernando López)