Acuse de recibo
Silvia Gutiérrez denuncia que hace más de tres semanas los vecinos de la calle 25, No. 501, entre H e I, en el municipio capitalino de Plaza de la Revolución, sufren los vertimientos de aguas albañales procedentes del cercano hospital Calixto García, que llegan hasta 23 e I.
Refiere que, desde aquella madrugada en que llovió torrencialmente, se produjo un arrastre de arena de las reparaciones constructivas en dicho centro asistencial.
«Estamos entre dos fuegos. Desde la Facultad de Biología nos invaden los mosquitos, porque han dejado extenderse las plantas conocidas como malanguitas hasta cubrir prácticamente todo el terreno. Ahí se acumula la lluvia y además agua pestilente proveniente de un registro que suponemos que procede también del hospital».
Señala que los vecinos se han quejado al hospital Calixto García, sin que se produzca ninguna acción; pero no especifica el destino de las quejas.
No es la primera vez que Silvia Gutiérrez denuncia esas incursiones de aguas albañales provenientes del Calixto García. El 14 de septiembre de 2006 revelaba que hacía mucho tiempo se escurrían esas aguas sucias desde el vecino hospital, al punto de que lo habían alertado a la dirección de este centro.
Y el 1ro. de octubre de 2006, Aguas de La Habana respondía aquí que en recorrido conjunto con directivos del Calixto por áreas interiores del hospital se acordaron de una serie de trabajos de desobstrucción de las redes principales de alcantarillado de esa institución, la reparación de la tubería del área de la sala de Terapia, y la de algunos de los registros, pero siempre con el concepto de apoyo, dado que todos los problemas son internos del centro, y Aguas..., cuya responsabilidad son las redes exteriores de la ciudad, colaboraría para facilitar las soluciones.
No obstante, señalaba, Aguas hizo sus trabajos, y quedaban pendientes otros que son responsabilidad del hospital, sin los cuales no se garantizaría que no ocurran nuevas obstrucciones.
«Por eso, concluía, no es justo que se vierta sobre Aguas de La Habana la responsabilidad de esas afectaciones y la negligencia de su no solución, cuando en realidad corresponden a otra entidad, a la cual nuestra empresa se brindó de forma espontánea para prestar ayuda».
Pues miren cuán importante es conservar la base de datos o archivo de esta sección. El asunto del Calixto
García sigue dando guerra y afectando a los vecinos de 25 entre H e I, y por donde sigan recorriendo las aguas sucias. No se ha resuelto de raíz, definitivamente.
Daisy Rodríguez, vecina de San Miguel 420, en el municipio capitalino de Centro Habana, cuenta que desde diciembre de 2022 el agua dejó de entrar a la cisterna del edificio. Y lo han reportado en varias ocasiones a las oficinas de Aguas de La Habana frente al Parque Trillo.
«Han venido los inspectores, dice, se han destupido las tuberías, revisadas las acometidas, y ni aun así tenemos agua. Nos informaron que estamos incluidos en un plan de pipas y en todos estos meses solo hemos recibido dos, las cuales nunca vienen llenas a pesar de ser pequeñas.
«Atendiendo a la situación crítica que presentamos, entre todos los vecinos compramos un ladrón de agua, y así con mucho sacrificio logramos tener agua dos veces en el mes.
«Estamos pasando por procesos de muchas epidemias y enfermedades en el país; y las calles están repletas de basura. Es muy complicado mantener una higiene adecuada sin agua», concluye Daisy en su carta.