Acuse de recibo
El pasado 21 de agosto, y desde El vedado, en La Habana, Jorge Castellanos Milán contó aquí que en la tienda en MLC de alimentos del centro comercial Galerías de Paseo había bolsitas de té de manzanilla. Él solicitó una caja con 25 bolsitas y no se la vendieron. Tenía que adquirir el lote de ocho cajas, al precio de 11.15 MLC.
«¿De dónde salió orientación tan absurda e incongruente en estos tiempos en que debemos tratar de que sea la mayor cantidad de personas las que se beneficien con la adquisición de un determinado producto? ¿Por qué se me obliga a comprar ocho cajas con 200 bolsas de té...?», señalaba Jorge. Y este redactor tituló la historia así: Ideal para revendedores.
Al respecto, responde Yusmira Morell Nicle, directora de la División de Grandes Centros de la Cadena de Tiendas Caribe, que se hizo el análisis pertinente en Galerías de Paseo, y se concluyó que «hubo demoras en la solución por parte de la tienda. Y por tanto, la reclamación es con razón».
Señala que el producto fue recepcionado por parte de la tienda el 2 de julio de 2022 como minidosis de infusión de manzanilla Omega Spice en bolsas contentivas de ocho cajas, cada una de ellas con 25 unidades.
«Se comenzó a realizar la venta en ese formato, señala, pero al presentarse inconformidades por parte de los clientes en varias tiendas, se tramitó con la Empresa la desagregación de las bolsas para permitir la venta de las cajas individuales, ya que el producto lo permitía por sus características y mantendría el formato comercial cada una de las cajas».
Indica que la Dirección de la Empresa emitió el 2 de agosto la circular 151/2022, permitiendo poder desagregar las bolsas, y estableciendo el precio de 1.40 MLC por cada caja de 25 unidades de minidosis de infusión. Y aunque está demostrado que se emitió la circular, no se tuvo en cuenta el elemento de “observaciones” que establecía una desagregación del código a cajitas con 25 unidades».
Precisa que «se evaluó la responsabilidad de los especialistas, a los que se le aplicarán las medidas correspondientes, según está establecido en el Reglamento disciplinario de la Cadena de Tiendas Caribe».
Y añade que «como política de Atención al Cliente, se visitó a Pedro el 25 de agosto por una comisión formada por la propia Directora de la División, la jefa de Asesoría Jurídica, la Gerente de Galerías de Paseo y la especialista comercial de la División. Y el cliente quedó satisfecho con la explicación ofrecida, refiriendo que volverá a escribir a la página de Juventud Rebelde, donde hará referencia a la visita y su satisfacción por el intercambio», concluye.
Agradezco la respuesta. Pero al final, la moraleja es que no es suficiente una circular, si no se hace cumplir. Fue la publicación de la queja de Jorge, la que obró la rectificación.
No debería suceder en un país con un envejecimiento demográfico tan galopante, pero el Sistema de Atención a la Familia (SAF) Felo Bar, en 11 esquina a 86, en el municipio capitalino de Playa, está enfrentando serios problemas para atender a los ancianos que allí acuden para garantizarse una modesta alimentación.
El alerta lo envía uno de esos veteranos, quien reside en Avenida 21, no. 7811, apto. 2, entre 78 y 80, en Buenavista, en el propio municipio de Playa. Y cuenta que desde hace tres meses no surten el botellón de gas requerido para cocinarles sus platôs.
Las consecuencias, para todos esos adultos mayores y otros comensales vulnerables, es la demora en el servicio, pues hay que confeccionar la comida en otro lugar, o de lo contrario con una olla eléctrica. Y cuando hay un apagón, ni se sabe cuando llegará la comida.
Y para colmo, el teléfono de Felo Bar no ha sido pagado por la Empresa de Gastronomía, que hace unos meses atendía el SAF. Y la entidad que lo atiende actualmente, Comercio, no se hace cargo del mismo.
«El resultado, afirma, es que no tenemos teléfono al que llamar para conocer el menú del día y en qué momento se puede ir a recoger los alimentos. Y en el caso del gas, hay problemas entre la Empresa de Comercio y Cupet. Al parecer, la Empresa no tiene dinero para pagar el gas», concluye Pedro.