Acuse de recibo
No vislumbra la luz al final del túnel Bárbara Medina Medina, licenciada en Enfermería ya jubilada por enfermedad y con domicilio en calle Ramírez no. 72 ½, esquina a Monte, en el reparto Veguita de Galo de la ciudad de Santiago de Cuba. Y verán por qué…
En el 2012, a consecuencia del huracán Sandy que azotó a Cuba, su casa resultó derrumbe total. Y ella fue visitada por una comisión integrada por el Gobierno y la Dirección Municipal de la Vivienda. Le informaron que se le asignaría un apartamento, pues al estar su casa en una loma, se hacía imposible reconstruirla, ya que el terreno no lo aguantaba.
«Mi odisea comenzó desde esta fecha, afirma, acudiendo a la Vivienda, Gobierno y Planificación Física, ya sin fuerzas para continuar asistiendo a estos lugares y que me estuvieran peloteando».
El 9 de octubre de 2019, señala, le asignaron una parcela en San Pedrito. Y al personarse en el lugar, ya estaba ocupada. Se dirigió nuevamente al Gobierno y fue atendida por Roxana, quien no le dijo su apellido, y le informó que la parcela era en Yarini no. 2. Al llegar allí, la parcela estaba igualmente ocupada. Volvió al Gobierno, y por segunda vez la atendió Roxana, y le indicó que debía esperar un poco, porque se le asignaría una parcela en el distrito José Martí.
El 31 de octubre de 2020, añade, se aprobó el Acuerdo no. 31 de fecha 9 del 2020 firmado por Indira Oliva Bueno, secretaria del Consejo de la Administración Municipal (CAM) y el Intendente, Celio Rodríguez Rivero, autorizándole una nueva parcela en Altos de Micro-9, distrito José Martí.
El mismo día que le entregaron el documento, Indira Oliva Bueno le comunicó que debía esperar a que ellos le avisaran, pues la parcela ya otorgada a ella estaba ocupada ilegalmente por personas que debían ser extraídas del lugar por Planificación Física.
«En esta fecha que le escribo, dice, y a pesar de la pandemia —de la que no estoy ajena—, voy prácticamente dentro de muy pocos meses para un año del último acuerdo y nada he resuelto. Mi situación cada día se agrava más. En cualquier momento quedaré sepultada viva. Llevo 9 años en esta triste situación.
«¿Hasta cuándo debo de esperar? Soy una mujer jubilada por enfermedad, que le ha dado todo y seguiré dándole todo a la Revolución. Pero con mi jubilación no alcanzo a solventar una construcción, pues solo alcanza para mi alimentación y los medicamentos que debo consumir por enfermedad», concluye.
Juan A. Jiménez Valle (Calzada y Avenida 45, edificio 2. apto. D3, reparto Brisas del Mar, Cárdenas, Matanzas) refiere que está suscrito desde 2006 a la Gaceta Oficial de la República de Cuba, la cual se recibía aproximadamente cada tres meses. Pero a partir de 2019 hasta hoy, indica, se demora de 8 a 9 meses después de su publicación.
Usualmente se renueva en diciembre el contrato del año siguiente, afirma, y se paga por adelantado. Y la última Gaceta que llegó a sus manos fue en octubre de 2020. Y en lo que va del 2021 no ha recibido ninguna.
«Aquí en la Agencia de Correos en Cárdenas, expresa, la compañera Mariela Morciego explica amablemente y con un buen carácter, que si la provincia no le manda las gacetas, ella no las puede distribuir a sus clientes. Que las empresas también se quejan de que no les llegan.
«Si Correos de Cuba no es capaz de garantizar la entrega de la su publicación periódicamente, ¿para qué realiza la suscripción? Cuando usted firma un contrato y una de las partes incumple, ¿cómo se le puede llamar a eso?
«Espero que Correos de Cuba tenga una respuesta convincente, y no tenga que crear una comisión para darla», señala.