Acuse de recibo
El pasado 29 de diciembre mostré la triste historia de la anciana Rosa Pérez Vega, damnificada del huracán Sandy desde 2012. El ciclón le derrumbó el cuarto donde vive con su hijo, quien padece una enfermedad mental. Y una brigada estatal de constructores les puso el techo y les dejó una pared sin levantar. Les montó una taza sanitaria a la entrada del cuarto y les instaló una puerta de zinc. Y se fue.
Rosa contó que le escribió al presidente del gobierno municipal, quien remitió su carta al presidente del Distrito 26 de Julio. «Ahí comenzó mi odisea —decía—; el presidente del Distrito y la presidenta del Consejo Guillermón Moncada me visitaron, tomaron imágenes del cuarto. Vieron que mi situación era crítica. Y después de varias llamadas telefónicas al presidente del Distrito, me dijo que había gestionado mi caso con Vivienda y Mantenimiento Constructivo. Ahí quedó todo. Pero lo más triste es que el Banco me cobró como una obra terminada».
La señora insistía que en todas las cartas enviadas, siempre aclara que no quiere casa, sino que le arreglen su cuarto, para poder vivir como una persona.
Responde Yanisleidis Serrano Fuentes, directora municipal de la Vivienda en Santiago de Cuba, y corrobora que el cuarto de Rosa está actualmente en estado inhabitable sin solución definitiva. Confirma que fue una brigada de la Empresa de Mantenimiento Constructivo la que entonces laboró allí. Y precisa que el caso ha sido valorado por ella como directora municipal de la Vivienda, y visitado además por el Presidente de la Dirección Ejecutiva del Distrito 2. Se comprobó que el inmueble fue certificado con derrumbe total, y como tal está incluido en el Libro General de Derrumbes Totales del Distrito 2. Que Rosa es usufructuaria, con problemas serios de salud, y vive con su hijo de 47 años, que padece una enfermedad mental severa.
El inmueble, dice, tiene paredes sin repello ni fino, y el techo es de zinc mal montado. Presenta crítica situación constructiva, ya que en 2013 se colocó el techo y no se terminó. En la visita de la Dirección Municipal de la Vivienda, se valoró la posibilidad de hacer por la vía estatal una vivienda mínima adecuada, y proponer la atención de Asistencia Social, por ser núcleo vulnerable.
«Por todo lo antes expuesto, se le explicó a Rosa Pérez Vega que, teniendo en cuenta que es una damnificada del huracán Sandy, que se atendió de forma inconclusa por una brigada del Estado en 2013, ya que el techo fue mal montado y quedaron acciones por hacer que nunca se concluyeron, y porque el inmueble presenta actualmente una situación técnico constructiva pésima, se determinó por esta instancia proponer la inclusión del caso en el Plan de Construcción que se aprobará para este año 2021, para la realización de una vivienda mínima adecuada que será ejecutada por la Empresa Emproma.
«También se propuso a la Dirección Municipal de Trabajo su atención por la Asistencia Social del territorio por constituir un núcleo vulnerable. Quedando de esta forma el caso orientado y con razón. Y Rosa mostró conformidad con la atención y la explicación dada», concluye.
Agradezco la agilidad que al menos se ha tenido ahora en atender el problema, tras la revelación aquí de la historia. Es la agilidad y el interés que faltaron durante tantos años en que Rosa gestionó infructuosamente que le hicieran justicia. ¿Dónde están ahora todos aquellos que no cumplieron con ella, y la brigada que le hizo tal chapucería y se fue?
¿Quién permitió entonces que le cobraran los trabajos truncos y pésimamente realizados? La respuesta debió incluir una explicación de por qué en siete años nadie tomó el asunto en sus manos para hacerle justicia a Rosa. Debe servir de lección para un trabajo más delicado y responsable con posibles vulnerables, impactados con las nuevas tareas de ordenamiento monetario.