Acuse de recibo
Gudelia Suarez López (calle 414, Edificio 1701, apto. 15, entre 17 y 19, Peñas Altas, Guanabo, La Habana) plantea su inconformidad con el servicio de garantía de la Cadena de Tiendas Caribe, al cual califica de deficiente, al menos con la lavadora que ella adquirió el 4 de noviembre del pasado año y se averió el pasado 3 de marzo.
La desdichada consumidora se mantuvo llamando infructuosamente por teléfono durante todo el mes de marzo a los números 7 862 6983 y 7 862 7490, que son los que aparecen en el certificado de garantía. Llamó entonces al 7 227 2163 de Atención al Cliente para pedir ayuda, y le dijeron que siguiera insistiendo.
Lo hizo, pero con el mismo resultado negativo, durante abril, mayo, junio y julio, insistiendo en Atención al Cliente. Le dieron el número 800 00724, al que llamó y contactó con una persona llamada Yeni. Esta le dió otros cuatro números a los que llamó, sin poder comunicarse.
Ya el 28 de julio, en medio de la pandemia, decidió llevar el equipo al taller que le correspondía según la garantía, sito en Galiano esquina a Neptuno, en Centro Habana. Y el asombro fue al llegar: Ya el taller no estaba allí, en su lugar una tienda. Y ni siquiera había un cartel con la información del nuevo sitio. Apenas por una persona que casualmente pasaba, supo que se había trasladado para San Nicolás, en el barrio chino.
Remontó hasta allí. Sí había un cartel, pero decía que el taller estaba en reparación. No es fácil acopiar paciencia, pero esperó que arribaran los trabajadores del mismo. Una persona llamada Ernesto, que dijo ser el jefe, le preguntó que hacía allí con esa lavadora; pues el taller estaba en reparación, y el servicio a las garantías se estaba prestando a domicilio. Le tomó los datos y le dijo que se fuera y realizara el reporte cuando llegara a su casa. Ese mismo día la llamó una persona llamada Caridad. Le dio el número de reporte 2746 y le informó que a los del municipio Habana del Este les corresponde los jueves.
«Ya han pasado seis jueves y nada, señala. Hoy a las 11:00 a.m., en Atención al Cliente, el especialista que me atendió muy amablemente me comunicó que sí están prestando servicios a domicilio de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 4:00 p.m. Y me facilitó el teléfono del taller. Afortunadamente hablé con quien dijo ser el administrador, pues Ernesto es su segundo. Me informó que tenían muchos reportes, que sí estaban en reparación y abrirían la semana que viene. Me propuso que volviera a llevar la lavadora al taller.
«Considero que es una falta de respeto, pues siendo una jubilada, con un enfermo en casa y mi hija con una niña de meses, no tenemos otros 40.00 CUC para volver a llevarla. Ese servicio es malo, lleno de deficiencias».
Gudelia cita cláusulas del certificado de garantía de su lavadora:
«Los defectos que surjan después de los primeros siete días de la compra, el taller de garantía los solucionará en un plazo no mayor de 30 días». No se ha cumplido.
«En el caso de los refrigeradores, lavadoras, y televisores, si la reparación excede los 30 días, el taller le podrá ofrecer un equipo de uso, en condiciones de préstamo mediante la firma de un contrato hasta que sea reparado el suyo». No se ha cumplido.
«Los clientes que acuden a los puntos de servicio (tiendas) para la reparación de su equipo, deberán realizar previamente el reporte vía telefónica al taller». Imposible que cualquier usuario pueda cumplir este artículo con la mala atención existente.
«Espero impacientemente que en algún momento me atiendan, me reparen el equipo y pueda disfrutar mi lavadora, que no es un lujo sino una necesidad», concluye Gudelia desde su resignación.
¡Qué paciencia hay que tener, cuando quien debe prestar el servicio supedita al cliente a sus reglas laberínticas, y no viceversa, a las necesidades de este!