Acuse de recibo
Desde Pasaje 107, No. 1, Minas de Matahambre, Pinar del Río, escribe Archivaldo Sánchez Guerra, colaborador que prestó servicios de diciembre de 2014 a marzo de 2017 en la Misión Barrio Adentro Deportivo en Venezuela. Y lo hace por el impago aún por parte del Inder del estímulo material correspondiente.
Desde que llegó a Cuba, varios días después en reunión sostenida con el funcionario Norley Rodríguez Martínez, que atendía Colaboración Deportiva en Minas de Matahambre, este informó que en caso de haber atraso con el pago por concepto de estímulo material, había que esperar tres meses después del regreso para, por la escala prevista y por escrito, reclamar lo que corresponde.
Pasaron nueve meses y del dinero que le debían depositar para cerrar el convenio de trabajo —por el cual el Inder se comprometía a asumir sus funciones como contraparte, no se depositó nada (hoy sigue la misma situación). Esperó un año para hacer su reclamación. Y en julio de 2018 se dirigió de nuevo a Norley con los procedimientos que debía seguir, y con copia del mismo escrito a la provincia; reclamando lo que todavía se le debe. Pasaron tres meses más, y volvió a insistir. La respuesta era la misma en el municipio y en la provincia: Paciencia, hay que esperar, se está revisando, son demasiados casos, la situación ya se elevó…
Esperó aún más, hasta que llamó a la Dirección Provincial de Deportes para que le dieran el número de teléfono de la Oficina de Atención a la Población del Inder. Y la respuesta del Departamento de Colaboración Provincial era que, por orientación del nivel central —nunca dijeron quién—, no estaban autorizados a dar números de teléfono. Además, el Departamento Económico que atiende Colaboración deportiva, no tiene teléfono asignado que permita al personal de provincias llamar y esclarecer.
«Hay que perder tiempo de trabajo y personal, tener gasto adicional y pasar mil dificultades de Minas de Matahambre a La Habana para hablar con algún funcionario y plantear el caso, dice. Algo ilógico, que choca con la política de nuestro Estado respecto a la atención que se le tiene que brindar a la población.
«Las autoridades deportivas cubanas en Venezuela, cuando veníamos para acá, nos dijeron en reunión sostenida con más de 150 colaboradores de todo el país que nuestras finanzas acá estaban completas, esperando por cada uno de nosotros… ¿Cuál es la razón de tanta demora, de tanto peloteo y parloteo? Mis cuatro compañeros de acá de Minas, inconformes con la cuestión que se les planteó en el Sectorial Provincial de Deportes, fueron bien molestos a La Habana directamente al Inder, al Departamento Económico. Y lo mismo con lo mismo: Se está analizando… tengan paciencia… todavía trabajamos casos que están antes de la salida de ustedes… y así sucesivamente».
En marzo de 2019, acota, llegó la información al Sectorial de Deportes de Minas por parte de Colaboración Provincial de que habían depositado dinero. Y cuando él verificó el estado de cuentas, no era cierto. Olga Lidia Díaz, jefa del departamento de Colaboración en la provincia, alegó que llamo al Inder nacional a una compañera de nombre Mara, quien dijo que él tenía que volver a sacar su estado de cuentas y volver a hacer la reclamación.
Entonces él viajó directamente al Departamento Económico del Inder. Allí quien lo atendió negó la información dada por la jefa de Colaboración provincial, y buscó dentro de un desorden de documentos colocados encima de unas mesas la reclamación. Le dijo que regresara para su provincia, que su situación se iba a resolver.
Al poco tiempo le informaron que a todos les habían depositado diferentes sumas de dinero. Pero la cuenta de Archivaldo seguía en blanco. Él siguió averiguando y la compañera de Pinar del Río contactó con un funcionario de Asistencia Técnica a nivel nacional nombrado Rolando, quien le dijo que le diera un tiempo, pues estaban en una audiencia fiscal; que le daría respuesta cuando pasara la misma. Respuesta que nunca llegó.
«Estamos cansados de tanta burocracia y de la pérdida de tiempo. Pero ni esta cuestión ni ninguna otra nos impedirá volver a aportar donde sea necesario nuestro granito de arena o cumplir cualquier otra tarea que se nos encomiende. Por último, esto que le escribo estoy dispuesto a sostenerlo delante de quien sea», concluye.