Acuse de recibo
Ariel Mesa Rodríguez (edificio D 47, apto. 24, zona 8, Alamar, La Habana) considera que en estos tiempos de la COVID-19, tenemos que crear el antídoto para ciertos virus mentales que nos complican aún más la vida.
Cuenta que una tía residente en el exterior le envió una remesa a su mamá, que tiene 74 años, es hipertensa y padece artritis reumatoidea degenerativa. Y le hace falta ese dinero.
Como los adultos mayores por su alto riesgo deben permanecer en casa, Ariel fue a la Cadeca de la zona 1 de Alamar, con los carnés de identidad suyo y de su madre, y una carta firmada por ella autorizándolo a cobrar el envío; algo que se ha hecho otras veces, sin problemas.
Después de tres horas de cola al sol, Ariel intentó explicarle la situación a la cajera. Y esta, sin siquiera leer el autorizo de la anciana, no le permitió cobrar por el simple argumento de que «esa orientación no nos ha bajado». Resultado: la anciana tuvo que ir al siguiente día, y pasar otras tres horas de cola expuesta a todo tipo de riesgos para cobrar.
«¿Acaso no es suficiente la orientación que todos los días dan el Presidente, el Primer Ministro y el Ministro de Salud Pública sobre la necesidad de que los adultos mayores no salgan de casa?».
Desde Boyeros, La Habana, Idelfonso Bárcena denunció el pasado 1ro. de marzo que llevaba tres meses sin cobrar su pensión de jubilado, por error de la filial del Instituto Nacional de Seguridad Social (Inass) en Nueva Gerona, Isla de la Juventud.
Él cobraba su pensión por tarjeta magnética del Banco Popular de Ahorro (BPA) cuando vivía en la Isla de la Juventud. Y al mudarse para su actual hogar en Boyeros tuvo que redirigir el cobro al Banco Metropolitano.
En noviembre de 2019, mediante un familiar solicitó su traslado para Boyeros en el Inass de Nueva Gerona, donde explicaron que el procedimiento era cesar el sistema por tarjeta en el BPA, hacerle una chequera que se enviara al Inass de Boyeros, donde se la entregaran, y así tramitar el pago mediante tarjeta del Banco Metropolitano.
Ya en La Habana, en diciembre Bárcena fue al Inass en Boyeros, a ver si estaba su chequera. No había llegado. Volvió a mediados de enero y no había llegado. Allí revisaron en el sistema automatizado, y verificaron que en la Isla de la Juventud le dieron baja del BPA, pero no hicieron el traslado en el sistema. Le dijeron que fue erróneo el proceder del Inass en Nueva Gerona. Trataron de comunicarse con sus homólogos allí, y no era posible. Le aseguraron que seguirían llamando, que esperara unos días.
A la semana, Bárcena llamó a quien le atendió en el Inass de Boyeros, y esta le dijo que había hablado con el Inass de Nueva Gerona: allí no habían hecho aún el traslado digital, ni enviado por correo la chequera. Que ya lo estaban haciendo, tenía que esperar a que llegara. Que llamara en 15 días.
«Llevo sin cobrar diciembre, enero y febrero, afirmaba. Es inaceptable tamaña irresponsabilidad del Inass de la Isla de la Juventud. Me siento atropellado por la indolencia y la burocracia».
Y responde Yamina Peña Fournier, directora general del Inass: «Se comprobó que la demora fue responsabilidad de la especialista de la filial del Inass de la Isla de la Juventud, la que no tuvo en cuenta la agilidad con la que se deben realizar estos trámites. Con dicha trabajadora se adoptó una medida disciplinaria en consecuencia con la gravedad del hecho. Y con la directora municipal se hizo el análisis correspondiente».
Añade que «con el Banco Metropolitano se trabaja de conjunto para que los beneficiarios que se jubilan en otras provincias, y cuentan con tarjeta magnética otorgada por el Banco Popular de Ahorro y el Banco de Crédito y Comercio y se trasladan para la capital, puedan mantener el cobro por tarjeta magnética sin dificultad». Y finalmente informa que el beneficiario cobró los meses dejados de percibir.
Agradezco la respuesta, y lamento que no se especifique la medida disciplinaria aplicada a la especialista de la filial del Inass de la Isla de la Juventud, y el resultado del análisis con la directora, quien no controló el procedimiento que tantos problemas trajo al pensionado. Tampoco se expresa una disculpa pública con el afectado.