Acuse de recibo
Yeny Martínez Jústiz (Maloja 10, entre Águila y Ángeles, Centro Habana, La Habana) denunció aquí el 21 de abril, que desde marzo del presente año su familia y otros vecinos en la cuadra estaban afectados severamente con el servicio de agua y no sabían por qué.
Precisaba que el jueves 11 de abril fue a las oficinas de Aguas de La Habana en el municipio; y Mariela, la funcionaria que atiende las quejas de la población, le dijo que al día siguiente (viernes) reportaría una pipa de agua para ellos.
Tras el fin de semana, Yeny llamó el lunes 15 y el martes 16. Mariela le respondió que no había podido hablar con la Directora, y le había dejado un papel notificándole el problema.
Cuando Yeny volvió a llamar, Mariela le dijo que ella no estaba incluida en el «Plan de pipas», conociendo que la clienta está embarazada y tiene una niña de tres años. Ante ello, Yeny preguntaba con mucha razón en su carta: «¿Qué hay que hacer para estar en el Plan de pipas?».
Al respecto, responde Halina Guerra Castro, jefa del Departamento de Atención al Cliente de Aguas de La Habana, que Yeny fue visitada el 25 de abril por un inspector de Aguas en Centro Habana, quien le brindó la explicación sobre el servicio de pipas. Y fueron incluidos en el plan eventual (una vez por semana) hasta tanto el técnico de la Subdirección de Operaciones realizara las acciones correspondientes para mejorar el servicio por la red.
Explica Halina que para incluir en el «Plan de pipas» se sigue el siguiente procedimiento: una vez que el cliente reporta la falta de agua, se comprueba la afectación mediante inspección, con seguimiento de varios envíos en el horario de servicio establecido para la zona.
Si durante este período de análisis se corrobora que la afectación en el suministro es total (cero agua), afirma, se les incluye en el mencionado plan, asignándoles la cantidad de viajes semanales, de acuerdo con el número de habitantes, que garantice 50 litros per cápita diarios.
«Finalmente, añade, después de las acciones indicadas por Operaciones (revisión del circuito y de la acometida existente), se logró la estabilidad del servicio de agua por la red, dando solución a la problemática expuesta».
Agradezco la respuesta y la solución del problema; aunque en el balance final de la historia, salta una contradicción, lo que me obliga a recapitular: la clienta fue el jueves 11 de abril a las oficinas a denunciar la falta de agua, y la funcionaria le dijo que al siguiente día (viernes) reportaría la pipa correspondiente. Pasó el fin de semana. Y lunes 15 y martes 16, cuando Yeny llamó, la funcionaria que atiende quejas le dijo que no había podido hablar con la Directora, y le había notificado el caso en un papel.
Pero cuando Yeny volvió a llamar, entonces le dijo que ella no estaba incluida en el Plan de pipas y Yeny, con total razón, preguntaba en su carta: «¿Qué hay que hacer para estar en el “Plan de pipas”?».
¿Por qué desde que Yeni fue a las oficinas y reportó el agua por primera vez, no se le explicó y se aplicó entonces el procedimiento para ser considerado en el Plan de pipas? ¿Se cumplió el procedimiento, de comprobar con un seguimiento de varios envíos en el lugar? ¿Por qué, ante la insistencia de Yeni, que sufría la falta de agua, es que le manifiestan que no está incluida en el Plan de marras?
Fue con la publicación del caso aquí que a partir del 25 de abril se cumplieron todos los pasos del procedimiento y pudo resolverse la situación. Pero desde el principio, faltó información a la cliente. Y cuando insistió, le cerraron la «válvula de la esperanza» al decirle tajantemente que no estaba en el Plan de pipas. ¿Qué hubiera sucedido si Yeni no hubiera escrito y propalado públicamente aquí su urgencia?
El pasado 30 de junio, en esta misma sección revelé la demanda de Neslys Toriza Mejías de que le actualizaran su salario como integrante de la Orquesta Sinfónica de Camaguey, luego de cumplir su servicio social y evaluarse como integrante de esa agrupación musical.
Como Neslys no especificó su sexo y sí expresó que era músico, este redactor la presentó como a un hombre, cuando realmente es una dama. Favorecieron el error el hecho de que se presentara en la carta como «músico», y también porque hoy los nombres modernos y hasta inventados que tienen muchos jóvenes no remiten al género como los tradicionales. Me disculpo con Neslys y los lectores, pero también solicito que, ante nombres tan ignotos y raros, los remitentes especifiquen el género. Muchas gracias.