Acuse de recibo
Fue el 22 de febrero último cuando publicamos en esta columna la preocupación del profesor artemiseño Ybrain Hernández López (calle 76, No. 35919, entre 59 y 61, San Antonio de los Baños), relativa a la transportación en tren desde su municipio de residencia hasta la Ciudad Universitaria José Antonio Echeverría (Cujae), centro donde labora.
Narraba el docente que desde diciembre de 2013 habían sustituido el tren que existía, con posibilidad para transportar más de 200 pasajeros en todo el recorrido, por vagones con menor capacidad y en los cuales no permitían montar personas de pie en San Antonio.
Supuestamente —refería el lector—, el cambio mejoraría el servicio, pues se darían más viajes, pero la mejoría al parecer no llegó a producirse…
Y prácticamente la única opción que queda para quienes tengan que vencer el tramo que cada día enfrenta Ybrain son los porteadores privados que ofrecen el pasaje a diez pesos, lo que resulta incosteable para el salario de un trabajador.
Al menos podrían priorizarse a las personas que viven más lejos —reflexionaba el docente—, pues los que habitan otras comunidades tienen opciones como las rutas de ómnibus articulados.
Sobre esta carta, el 18 de julio pasado llegó a nuestra redacción la respuesta de Roberto Pérez Pérez, director de la empresa Ferrocarriles de Occidente. Reproduzco los tres párrafos de la misiva del Director:
«Como bien señala el afectado, en el mes de diciembre se sustituyó el tren que viajaba hasta San Antonio de los Baños, debido al deterioro de sus coches por el tiempo de explotación, pues poseían casillas rumanas de carga adaptadas a la transportación de pasajeros, de ahí el cambio por coches motor ruso de reciente adquisición en el país de forma experimental, cinco tripletas y dos coches mecánicos sencillos, concebidos para el programa de reanimación del transporte de la capital, en el que se incluyó San Antonio de los Baños con seis viajes durante el período de asentamiento y puesta en marcha.
«Este servicio se realizaba con una tripleta en el viaje de inicio y cierre del itinerario, y un coche motor mecánico, lo cual permitía mayor capacidad para los viajeros de San Antonio. Al comenzar el servicio de transportación al Mariel que estaba concebido con tripletas, se han afectado la cantidad de viajes y capacidad de transportación a San Antonio, manteniéndose la actividad con dos coches sencillos.
«El ferrocarril tiene previsto en su programa de reanimación la introducción paulatina de nuevos coches, a partir de la fabricación en Cuba, en la fábrica José Valdés Reyes, de Cárdenas, con los cuales se prevé la estabilidad y solución definitiva de este servicio».
Agradezco la carta del directivo, aunque hay varios elementos que urge comentar. Lo primero es que llega con bastante retraso, casi cinco meses después de publicado este asunto. Lo segundo es que deja en generalidades y en afirmaciones no concretas varios de los puntos más candentes que ponía sobre la mesa el remitente.
¿Desde cuándo comenzó este servicio al Mariel? ¿Acaso no estaba previsto que esto sucediera? ¿Quién debió preverlo y no lo hizo?
Sobre las propuestas del docente de priorizar en los viajes ferroviarios a las personas que viven más lejos de la capital, y sobre la posibilidad de montar pasajeros de pie, ¿qué viabilidad tienen estas opciones? ¿Se han estudiado alternativas o coordinado con otros transportes algunos apoyos extra?
Por último, sé que es arriesgado dar fechas tentativas, pero la solución contraria a veces deriva en una nebulosa en la cual nos quedamos sin saber nada a ciencia cierta. «La introducción paulatina de nuevos coches» y su «fabricación en Cuba»… ¿para qué época será? Los pasajeros, los ciudadanos, tienen derecho a saber.