Acuse de recibo
El pasado 15 de enero, Yamilka Bazán denunciaba que en tiendas en divisas de la ciudad de Bayamo, los imprescindibles POS que facilitan la compra mediante tarjetas magnéticas, con frecuencia están fuera de servicio, fundamentalmente a inicios y finales de cada mes.
Y refería que en el complejo comercial El Serrano, de Cimex, frecuentemente niegan ese servicio a clientes con el pretexto de que «no hay conexión», sin intentar siquiera introducir la tarjeta y manteniendo el equipo desconectado.
Contaba que un día intentó comprar en el punto del referido complejo llamado La Feria, y la dependiente le dijo que no podía venderle con tarjetas, porque los responsables no le habían llevado el POS. Entonces, ella se dirigió a la dirección, y la jefa de turno le precisó que era imposible llevar el POS hasta La Feria, porque la auxiliar de limpieza, encargada de esa tarea, ese día no trabajaba. Pero Yamilka entró a la tienda adjunta a la dirección de El Serrano y escuchó a la dependiente decir que no podía venderle con la tarjeta, porque tampoco le habían llevado el POS, lo que era una responsabilidad de quienes laboran en la oficina pegada a la tienda.
Inconforme con la respuesta, se dirigió a la especialista en Contabilidad que estaba en la oficina donde guardan los POS. Esta le manifestó que la dependiente no había ido a buscar el equipo, y ella no podía ir a llevárselo, porque esa no era su tarea.
«Al parecer —concluía Yamilka—, por tantas incongruencias e insólitas respuestas, hubo una reacción más prudente por mi insistencia y firme indagación. En menos de cinco minutos ya funcionaba el POS en la tienda del complejo El Serrano. Finalmente pude comprar, pero ya bajo la estela del maltrato, la indolencia y la anarquía…».
Al respecto, responde Enrique Almeida Saavedra, gerente general de Cimex en Granma, que se visitó a Yamilka en su hogar, se hizo el análisis con los involucrados en los hechos y se tomaron medidas para que sucesos tales no vuelvan a repetirse. Y a partir de ello, se adoptaron las siguientes medidas:
A la jefa de turno se le trasladó definitivamente a otra plaza, de menor remuneración, por incumplir lo establecido en el Manual de Normas y Procedimientos para la actividad minorista de Cimex, al no cerciorarse, cuando recibió el turno, de que no estaban creadas las condiciones indispensables para comenzar la venta y no tener listo el POS para prestar ese servicio.
A la contadora se le trasladó temporalmente a otra plaza, por no atender debidamente la queja de la clienta y no darle el curso requerido. Y al jefe de la unidad comercial se le aplicó amonestación ante el Consejo de Dirección.
Apunta Almeida que «en los controles y supervisiones realizados con anterioridad a esa unidad, no se había detectado afectaciones por el uso de las tarjetas magnéticas como medio de pago». Y considera con razón la queja. «Hubo maltrato al cliente, evidenciándose indolencia y negligencia por parte de los trabajadores involucrados», asegura.
Finalmente, señala a los clientes de Cimex que en todas sus unidades existen los mecanismos de atención al consumidor, por lo que, ante cualquier hecho, sería positiva la denuncia allí.
Agradezco la respuesta, y ojalá las medidas tomadas sean aleccionadoras, y no haya que cuestionarse después si sancionar a los implicados era suficiente. Lo otro sería la palabra de uno frente al otro: la clienta aseguraba que allí frecuentemente negaban el servicio del POS, y el gerente de Cimex manifiesta que en los controles no se habían detectado tales irregularidades.
Al final, es evidente que también hay culpa en los directivos de El Serrano, quienes de alguna manera son responsables de los hechos ocurridos por permitirlos y escapárseles a sus controles.