Acuse de recibo
El hecho de que se le dé más espacio y facilidades a la gestión no estatal, no significa que las entidades estatales se replieguen de la arena económica y pierdan posibilidades de tener ingresos suplementarios afianzándose en los espacios de mercado.
Un ejemplo de esos brazos cruzados ante el auge del trabajo por cuenta propia lo narra Yudelmis Machado, desde Calle 11 No. 18, entre 3ra. y 4ta., Caymare, en el municipio de Manzanillo.
Precisa la remitente que, ante el auge de coches y carretones con tracción animal, resulta que ninguna institución estatal en su municipio comercializa los dos tipos de alimento más comunes para los caballos: hierba y miel de purga.
Así, señala, hay personas que, sin competencia estatal, están abultando sus bolsillos a costa de esos productos. Un saco de hierba hace un año costaba cinco pesos y hoy ronda los 15 y 20 pesos. La miel de purga, que antes valía diez pesos la lata, hoy frisa los cien pesos.
«Pero lo que más preocupa, subraya, es que nunca se les ha permitido a los centrales la venta de la miel de purga a la población. Sin embargo, está permitido que ese producto se pierda por negligencias, pudiéndosele dar un mejor uso.
«En esta última semana, en el central Enidio Díaz, de Ceiba Hueca, municipio de Campechuela, se ha desechado mucha miel de purga por desbordamiento desde los tanques dentro de la fábrica hasta la calle, afectando algunos cultivos que se encuentran a su alrededor.
«Algo también insólito es que para frenar ese fluido fueron colocados varios sacos de azúcar. ¿Usted puede creerlo? ¿Cómo es posible que luego de haber consumido tanta materia prima y combustible se desechen estos dos productos que tanta falta hacen? ¿Es que acaso las autoridades de ese central no se han enterado de la necesidad de ahorrar y aprovechar para mejorar la economía del país?», concluye Yudelmis.
El 5 de enero del presente año, el lector Vladimir Ruiz denunciaba que en las parrandas o fiestas populares de Zulueta, en el municipio villaclareño de Remedios, los expendedores de los quioscos, aun cuando la tablilla oficial señalaba que la cerveza Mayabe vale 18 pesos, la vendían a 20, ya con cierta naturalidad. «Abierta y descarada violación», ante los ojos de inspectores y directivos de Gastronomía, así calificaba Vladimir.
Al respecto, responde Ivonne Rojas Torres, directora de la Empresa Municipal de Comercio y Gastronomía, que se entrevistó personalmente a Vladimir, y este describió físicamente al vendedor que le dijo: «Aquí es a 20 pesos la cerveza».
Agrega Ivonne que con la información recopilada se localizó a los trabajadores contratados esos días en las tres unidades que expendieron cervezas, con vistas a buscar el responsable de la transgresión y así tomar las medidas.
Había tres trabajadores que se correspondían con lo descrito por Vladimir, y se le pidió a este un reconocimiento del infractor. Pero el denunciante planteó que no era ninguno de ellos, «todo lo cual dejó a la dirección de la Empresa sin argumentos para proceder.
«Cada ciudadano es libre de escoger la forma de hacer su queja, señala Ivonne, pero de haberse actuado en el acto de forma oportuna, la violación hubiese quedado resuelta, pues en todas las actividades populares estuvieron presentes en los diferentes horarios, directivos de la propia Empresa, cuyo objetivo era garantizar la calidad de las fiestas populares y el estricto cumplimiento de lo regulado».
Agrega la funcionaria que de haber actuado así, «hubiese evitado manchar la imagen de varios colectivos, que contribuyeron al buen desarrollo de las fiestas celebradas en todo el municipio, las cuales resultaron valoradas por los consejos populares y el criterio popular como satisfactorias».
Quizá buscando a un culpable, no se llegó a la culpa mayor, al problema de raíz. Si, como dice Ivonne, los directivos estaban en el terreno, ¿qué explica que alguien se atreva a exigir así como así 20 pesos por un producto que oficialmente vale 18? La imagen no la mancha la revelación de la denuncia, sino que tal «descarada y abierta violación», como dijera Vladimir, se registrara impunemente, a los ojos de todos, en medio de festejos tan exitosos.