Las galaxias jóvenes pudieron absorber el gas frío de helio e hidrógeno en el Universo primitivo, materia útil para que se formaran nuevas estrellas, divulgaron científicos en la revista Nature.
En los primeros 1 000 millones de años del Universo, las galaxias más pequeñas que las actuales aspiraron esos gases fríos, una teoría que se apoya en la observación de galaxias lejanas con ayuda del Very Large Telescope (VLT), que se encuentra en Paranal, Chile.
La observación del centro de las tres galaxias seleccionadas reveló que su centro contenía elementos atómicos menos pesados en comparación con otras, pese a formar estrellas de forma vigorosa, descubrieron investigadores del Osservatorio Astrofisico di Arcetri, próximo a Florencia, Italia, y del Instituto Max Planck de Astronomía, en Alemania.
«Los nuevos resultados del VLT son la primera prueba directa de que la acreción de gas ocurrió realmente en galaxias primitivas y que alcanzó para estimular una fuerte formación de estrellas y el crecimiento de galaxias masivas en el Universo joven», indicó el autor principal del estudio, Giovanni Cresci.
El centro de las galaxias próximas a la Vía Láctea tiene elementos más pesados en comparación con las observadas a 2 000 millones de años luz después del Big Bang.