La educación de la sexualidad fortalece la confianza en las familias, y debe tener un componente personalizado en cada niño y niña, para cultivar su unicidad
El conocimiento empodera a la familia como institución educativa para fomentar en sus niños y niñas un crecimiento en esa área, acorde con su edad y particularidades, lo cual contribuye a la maduración de su personalidad y a un desarrollo progresivo de su integración social