Absoluta intencionalidad entre hermanos

CIUDAD DE MÉXICO.- A esta tierra que está unida por lazos especialísimos de cariño hacia nuestra Isla, arribó este jueves, pasadas las ocho y cuarenta minutos de la mañana (hora local), el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, para dar cumplimiento a un programa de visita oficial —la primera de ese tipo que realiza un Jefe de Estado a la hermana nación desde que Andrés Manuel López Obrador asumió aquí la presidencia.

En el Aeropuerto Internacional «Benito Juárez» de la Ciudad de México, en una mañana transida de frío y de lluvia, el mandatario cubano fue recibido por Maximiliano Reyes Zúñiga, Subsecretario para América Latina y el Caribe, de la Secretaría de Relaciones Exteriores del país anfitrión, así como por otros altos representantes de la Cancillería, y por nuestro embajador de Cuba en México, Pedro Núñez Mosquera.

Minutos antes de recibir al pie de la escalerilla del avión al Presidente Díaz-Canel Bermúdez, Reyes Zúñiga dijo a los periodistas presentes en el aeropuerto que esta visita reviste una «relevancia emblemática muy importante, porque es una muestra más del aprecio, del cariño, de la hermandad histórica» existentes entre los pueblos y gobiernos de México y de Cuba.

Igualmente hizo referencia a la importancia que López Obrador le concede a esta visita. Y ante la interrogante de cómo ambos países han asumido sus relaciones bilaterales en un contexto internacional hostil, expresó:

«Para nosotros Cuba siempre ha sido un emblema de la lucha por la libertad, de la lucha en contra de los intereses imperialistas en la región, y a veces parece que en América Latina el tiempo avanza en círculos. Hoy mismo tenemos tentaciones intervencionistas como en la década de los ochenta del siglo pasado, y México refrenda hoy en su política exterior el principio de no intervención, de libre autodeterminación, de cooperación para el desarrollo y sobre todo del diálogo como la única manera para solucionar los conflictos. Entonces la hermandad y la sinergia que hay en las posiciones de ambos países hoy, están más vigentes que nunca».

El Vicecanciller mexicano hizo alusión a puntos comunes que sostienen la cercanía entre ambas naciones: habló de cooperación en lo energético —«avanzaremos por ahí»—, y mencionó la intención de mantener los programas permanentes de cooperación en ámbitos de la educación superior, y la salud —«tema que nos interesa muchísimo».

—Definitivamente se mantiene una relación muy especial entre ambos países, interrogó esta reportera.

—Es una relación extremadamente cercana, una relación de mucho cariño, una relación que queremos que produzca resultados concretos, y resultados tangibles en beneficio de nuestros pueblos.

A la pregunta de si es casual o es intencional que sea cubano el primer Jefe de Estado en una visita oficial al gobierno de López Obrador, Maximiliano dio una respuesta que resume tal vez el espíritu que pone el tono a estas horas: «Es absolutamente intencional».

Mucho antes de los acontecimientos aquí narrados el Presidente López Obrador, durante su habitual conferencia de prensa matutina, había dicho a los medios de comunicación a propósito de esta visita de hermandad: «Vamos a refrendar ese compromiso y tradición de política exterior de respeto al pueblo cubano, a su independencia, (…), vamos a recibir al Presidente de Cuba; es una visita importante».

La delegación cubana que forma parte de la Visita Oficial está integrada por el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, Rodrigo Malmierca Díaz, y Raúl García Barreiro, ministros del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera y de Energía y Minas, respectivamente; Eugenio Martínez Enríquez y Ernesto Soberón Guzmán, directores generales de América Latina y el Caribe, y de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el exterior, respectivamente, así como el embajador de Cuba en los Estados Unidos Mexicanos, Pedro Núñez Mosquera.

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