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Iván Márquez y El Paisa. Autor: Colprensa Publicado: 02/10/2018 | 10:48 pm
BOGOTÁ, octubre 2.— La Comisión de Paz del Congreso colombiano y el propio ejecutivo analizarían este martes una carta de exlíderes de la otrora fuerza guerrillera FARC-EP, en la cual afirman que el proceso de paz concluido en La Habana en agosto de 2016 se convirtió en «un proceso fallido».
El análisis fue anunciado por los senadores Richard Aguilar y Roy Barreras en declaraciones que dio a conocer el diario El Tiempo. A este se sumaría un examen de los escasos avances logrados en el diálogo del Gobierno con el ELN.
Según las fuentes, también se acordó evaluar el contenido de la carta con la Ministra del Interior y el Comisionado de Paz.
Barreras dijo que la misiva, firmada por el jefe negociador de la exguerrilla, Iván Márquez, y el también excomandante Oscar Montero (El Paisa) y dirigida al legislativo, es «un llamado para salvar el proceso de paz».
Sin embargo senadores identificados como «del uribismo» por el rotativo, señalaron que los exguerrilleros deberían «aclarar» si seguirán cumpliendo sus compromisos: una acusación tácita al ahora partido político Frente Alternativo del Común, que fue rechazada en declaraciones a la radio por la senadora de esa agrupación Victoria Sandino.
«Ni Iván ni Oscar están expresando su interés de salir del Acuerdo de Paz. Ellos solo quieren mostrar los incumplimientos que se están presentando», comentó.
El texto, que según PL fue redactado el 22 de septiembre y se dio a conocer a la opinión pública este martes, denuncia la inseguridad jurídica que rodea a los excombatientes, las modificaciones al texto original de lo convenido y el incumplimiento de aspectos esenciales del Acuerdo pactado en la capital cubana, y asevera que la esperanza tejida entonces fue empujada al abismo de los acuerdos de paz fallidos.
Añadieron que el Congreso anterior hundió la Reforma Política y las Circunscripciones Territoriales Especiales de Paz previstas, en tanto no se aplicó la amnistía totalmente para los guerrilleros, ni se ha hecho nada por la dignificación de la vida en el campo.
En particular se refirieron a la encarcelación del dirigente del partido FARC, Jesús Santrich, con fines de extradición a Estados Unidos, lo que terminó ahuyentando la poca confianza que aún quedaba en los excombatientes.
Todo eso sucedió, remarcaron, tras la entrega de las armas por la exguerrilla. Según los excomandantes, a los acuerdos les han «hecho conejo», expresión que significa «trampa» entre los colombianos.
«El Acuerdo tuvo una falla estructural que pesa como pirámide egipcia: haber firmado primero la dejación de las armas, sin haber acordado antes los términos de la reincorporación económica y social de los guerrilleros», estimaron Márquez y El Paisa.
«Sin eufemismos y en lenguaje franco, lo esencial del Acuerdo de Paz de La Habana ha sido traicionado», subrayaron. No obstante, ratificaron que mantienen el sueño de la paz.
La carta ve la luz cuando los crecientes reportes que dan cuenta de nuevas muertes violentas entre excombatientes y activistas sociales constituyen evidencia del peligro enfrentado por los insurgentes que apostaron a la paz, y por quienes la defienden.
Según fuentes colombianas, los exguerrilleros asesinados desde la firma de los acuerdos sumaban 80 hasta junio pasado, de acuerdo con datos recopilados por el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), mientras los líderes sociales muertos llegan, solo en lo que va de este año, a la escalofriante cifra de más de un centenar.
