Aún con las réplicas reiteradas del sismo del pasado martes, un refuerzo de 60 integrantes de la Brigada Médica cubana Henry Reeve, creada por Fidel para brindar ayuda solidaria profesional en cualquier parte del mundo a los pueblos que lo necesiten, ya está laborando en Haití.
En crónica publicada en el sitio Cubadebate, el colega Isidro Fardales, enviado de la radio cubana, afirmó que esa fuerza se suma a los más de 300 que se encuentran repartidos por toda la geografía haitiana. Muchos fueron trasladados a Puerto Príncipe y han sido los que desde el primer momento se han enfrentado a las consecuencias derivadas del sismo.
«Llegamos a un hospital de campaña ubicado en el patio central de lo que se denomina por los haitianos El Anexo, que no es más que una edificación aledaña que se suma al conocido Hospital Militar.
«Allí, bajo la gran carpa, los cirujanos cubanos —sin descanso— atienden uno tras otros a los que llegan heridos o mutilados. La fila es interminable, como constante es el arribo de personas en busca de atención médica.
«En el momento en que redacto estas líneas, los médicos cubanos han prestado servicio a más de mil personas en poco más de 24 horas. Decenas de ellos han requerido intervención quirúrgica.
«También ha sido instalado otro hospital de campaña en el Centro Oftalmológico Renacimiento, en el cual se llevaba a cabo la Operación Milagro», reportó Fardales.
También se informó que un equipo médico encabezado por el anestesiólogo Humberto Pérez, quien había partido el miércoles hacia la hermana nación como parte de la brigada médica de urgencia que ya refuerza el trabajo de los cubanos en tierra haitiana, trasladó a suelo cubano a Joel Melo Torres, cubano herido de gravedad por el terremoto que el pasado martes devastó Haití, quien recibe desde este jueves atención especializada en la sala de Cuidados Intensivos del Hospital General Juan Bruno Zayas, de Santiago de Cuba. El propio equipo trasladó a otros dos cooperantes de Educación también afectados por el sismo, pero con lesiones leves: Alina Almeida Figuera, de la provincia de Pinar del Río, y Adalberto Bravo Carbonell, de Sancti Spíritus, quienes continuaron viaje hacia La Habana, vía aérea.