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Develan estatua de Ernesto Che Guevara en Rosario, Argentina

La obra fue posible gracias a decenas de miles de personas que aportaron cada una un poquito de bronce en... ¡75 000 llaves!

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Juventud Rebelde

Escolares argentinos y cubanos develaron en Rosario la estatua, que mira hacia Santa Clara. Foto: Reuters ROSARIO.— Mirando hacia Cuba está el Che en Rosario, en la estatua de bronce hecha con el aporte de miles de personas, que saludaron otros tantos rosarinos, a su llegada aquí, al paso de la caravana que paseó a Ernesto Guevara en vísperas de su cumpleaños 80 por su ciudad natal.

Con la asistencia de unas 50 000 personas, su efigie de Guerrillero de la Sierra y de América fue develada este sábado aquí por niños cubanos y argentinos, luego del periplo que la trajo en barco, por el río Paraná, desde Buenos Aires.

La importancia de su legado y de llevar sus ideales a la práctica, fue destacada por su hija Aleida Guevara March, una de las oradoras principales del acto, quien confesó los deseos de mimar a su papá y discutir con él «porque sigue llamando a la reflexión, y sigue siendo un reto».

Por el río Paraná llegó a Rosario. Ya en la mañana había apuntado: «Más importante que recordar las fechas es seguir el ejemplo del Che en la práctica». Lo afirmó en uno de los diversos actos que conmemoraron aquí el aniversario 80 del Che, y cuando todavía faltaban algunas horas para lo que ha constituido el centro de las jornadas: la develación de la estatua del Guerrillero Heroico, hecha con la cooperación de decenas de miles de personas que, desde diversos países, aportaron cada uno un poquito de bronce en... ¡75 000 llaves!

«Más que su recuerdo simbólico, lo importante del Che es su ejemplo; y a mí me pone muy contenta que en esta celebración haya tanta juventud», señaló Aleidita en declaraciones a la agencia Télam en el predio de la Sociedad Rural rosarina, poco antes de brindar una charla a centenares de jóvenes, entre los miles que acampaban desde la noche anterior en Rosario para participar en los actos.

También estaban compañeros del Che en la Sierra y sus viejos amigos de la juventud, copartícipes de sus primeros contactos con Latinoamérica adentro: Alberto Granado y Carlos «Calica» Ferrer, que tantos recuerdos de Ernesto han develado en estos días; sus hermanos Celia, Juan Martín y Roberto, y además de Aleidita, sus hijos Camilo y Ernesto.

Con tanto homenaje —comentó el diario Página 12 en alusión a los talleres, conversatorios, reuniones barriales, dibujos de murales, puestas de teatro y conciertos, encuentros universitarios y marchas, entre otros actos— la agenda tenía el gran riesgo de convertirse en lo que calificó de «un ataque masivo de retórica». «Pero la sorpresa fue que no, o por lo menos no en todos lados», dijo el periódico.

Poco después de develada la estatua, también se escuchó en la Plaza la voz del escultor Andrés Zerneri, quien consideró que la figura y el legado del Che «juntaron las llaves, las transformaron, y el monumento se construyó y nos construye a nosotros».

Rogelio Acevedo, su compañero de lucha en la Sierra, también intervino en el acto junto a Norberto «Champa» Galiotti, de la Multisectorial de Solidaridad con Cuba, el cantautor uruguayo Daniel Viglietti y los cubanos Gerardo Alfonso y Vicente Feliú, quienes tributaron al Che sus canciones.

La multitud se abalanzó hacia un Che que vuelve a su ciudad natal. Foto: Reuters El cierre de la jornada no pudo ser otro: todos se abalanzaron hacia la estatua del Che, miles de banderas la rodearon y la cubrieron, y un coro ensordecedor resaltaba su figura, mientras Viglietti y Feliú desgranaban Hasta siempre, Comandante, de Carlos Puebla, secundados por una multitud que conocía cada verso y lo cantaba a viva voz, comentó PL.

La víspera, el intendente Miguel Lifschitz había recibido a los hijos del Guerrillero Heroico, quienes llegaron acompañados por el presidente de la delegación cubana, Rogelio Acevedo González; por el embajador de Cuba, Aramis Fuente Hernández; y el escritor y poeta cubano, Miguel Barnet, presidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.

Durante la visita Lifschitz, manifestó su orgullo y honor por recibir a «los hijos del rosarino más dilecto, el más universal, y también a representantes del Gobierno cubano y a uno de los mejores escritores contemporáneos de Cuba».

Aleidita, por su lado, agradeció la invitación y destacó la actitud de su abuela, la madre del Che, ya que «es muy raro que en aquella época una mujer embarazada estuviera fuera de su casa a punto de parir. Ella estaba con mi abuelo aquí en Rosario. En ese sentido, a ella le deben que mi padre haya nacido en esta ciudad. Pero lo importante no es la cuestión de pertenencia del Che, sino llevar a la práctica sus ideas, hacer realidad los sueños de este hombre. Entonces sí estaremos recordando al Che».

No al bloqueo

Como parte de los homenajes también sesionó aquí el VIII Encuentro Nacional de Solidaridad con Cuba, donde se levantaron las voces por el cese del bloqueo yanqui a la Isla, y por la liberación de los Cinco. Con la presencia de Ailí Labañino, hija de Ramón, uno de los cinco compatriotas, los participantes diseñaron los lineamientos de su programa de solidaridad con ellos, y las demandas por su liberación.

El encuentro concluyó con la aprobación de una Declaración Final «fecunda en iniciativas y acciones», dijo PL.

La Plaza del Che Fue construida a partir de la idea general y anteproyecto del arquitecto argentino Claudio Vekstein, del arquitecto cubano José Antonio Choy y del crítico internacional de arquitectura Roberto Segre, con la conducción técnica de la Secretaría de Planeamiento de la Municipalidad de Rosario, y ejecutada «enteramente por personal de la comuna».Es un espacio verde ubicado en el entorno del Parque Hipólito Irigoyen, donde existen sitios dedicados a luchadores sociales.Para definir su diseño se recurrió a distintas metáforas arquitectónicas que hacen referencia a la vida o el pensamiento del Che. América Latina, campo de la lucha internacional del Che, está representada en la planta de la plaza adoquinada, cuyo contorno es la forma estilizada de América del Sur y Central. Presenta, además, un recorrido peatonal bajo nivel de vereda, que remite al río Paraná, por el cual llegó la familia Guevara Lynch a Rosario en 1928.El Che mira en dirección norte-noroeste, en un encuentro simbólico, un «diálogo de miradas» con la estatua ubicada en Santa Clara (Cuba) cuya mirada va hacia el sur-sudeste.

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