La plenaria aprobó 15 acuerdos sobre los cuales la ANAP basará su trabajo en el próximo período. Autor: Ariel Ley Royero Publicado: 28/11/2020 | 08:34 pm
GÜIRA DE MELENA, Artemisa.— Buscar soluciones definitivas a los problemas de la agricultura y el consecuente abastecimiento de los mercados para que la tierra se traduzca en comida en la mesa de los cubanos es el principal reto del país.
De ahí que el II Pleno del Comité Nacional de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) —que sesionó durante dos días en la Escuela NacionalNiceto Pérez, de Güira de Melena— se concentrara en analizar las dificultades de los procesos agropecuarios y la comercialización.
«La necesaria relación entre la cooperativa y el productor debe fortalecerse, concretarse. Porque si no la cooperativa es solo de nombre, y cada cual anda por su lado y no responde a nada. Con eso no resolvemos el problema, si vamos a organizarnos, vamos a organizarnos bien», señaló el Segundo Secretario del Comité Central del Partido, José Ramón Machado Ventura, durante la plenaria final.
Igualmente, aseguró que «otra de las urgencias a resolver es el rol del centro de acopio, el cual fue creado como rector de ese vínculo y no ha funcionado como tal. Lo demuestran las sucesivas pérdidas de producciones y la incapacidad para controlar los procesos».
En este sentido, al cierre de octubre se lograron vender 22.6 libras per cápita del autoabastecimiento territorial, de ellas 11.3 de viandas, 5.8 de hortalizas, 4.4 de frutas y cítricos y 1.1 de granos; lo cual demuestra la insuficiencia de las cosechas al no llegar a las 30 libras mensuales por habitante.
El cultivo de pastos y forrajes y las variadas alternativas adoptadas en aras de conseguir una alimentación animal sostenible también ocupó a los delegados.
Bárbara Durales, fue condecorada con la condición de Heroína Nacional del Trabajo.Fotos: Ariel Ley Royero
«El programa ganadero necesita una base alimentaria suficiente para tiempos de sequía, es fundamental que el animal no pierda peso. En nuestras tierras lo hemos logrado sembrando más y aplicando la ciencia en la imbricación de especies», refirió Danilo Rubio, cooperativista de la CCS Marcelo Salado.
El campesino villaclareño significó que viene de una cooperativa pionera en la agroecología en el país. «Tenemos 160 000 posturas sembradas de plantas y hemos aplicado la picadura del cigarro para obtener un mejor rendimiento del producto. Además, tenemos la intención de exportar alimentos orgánicos, pero para ello primero necesitamos un financiamiento en divisa».
Por otro lado, pese a la constante escasez de carne de cerdo durante este año, el país cumplió su venta al 103 por ciento, un 22 por ciento menos en relación al período precedente. Rafael Santiesteban Pozo, presidente nacional de la ANAP, aseveró que «para fin de año, ya se hicieron los compromisos de venta con 2 815 cooperativas y 17 181 productores individuales, que incluyen entrega de carne de cerdo, ovino-caprino, conejos y aves».
En cuanto a las deudas de la zafra anterior, Santiesteban Pozo refirió que hubo varias incidencias como el deterioro del trabajo constante y exigencia, «no solo faltó el fertilizante, la escasa efectividad y eficiencia nos hizo tener un rendimiento menor al año anterior (41t/ha)».
Luis Pérez, delegado por Holguín, instó al resto a aplicar la ciencia como base para el desarrollo de mejores variedades y auxiliarse de quienes tienen el conocimiento y la experiencia certera para conseguir los volúmenes de producción que el país necesita.
En consonancia con ello, Machado Ventura recordó que producir más es la única solución posible ante el desabastecimiento. «En Cuba siempre la demanda ha sido superior a la oferta puesta en los mercados y el papel desempeñado por quienes labran la tierra en función de revertir la situación es vital».
Además, solicitó a los cooperativistas a no conformarse ni ceñirse a los problemas objetivos, sino buscar innovaciones para superar las carencias impuestas por el bloqueo y situación económica mundial.
Como parte del Pleno, fueron distinguidos una decena de trabajadores con la Orden 17 de Mayo, la condecoración Antero Regalado y el sello especial José Ramírez Cruz. Mientras, Bárbara Durales, fue condecorada con la condición de Heroína Nacional del Trabajo.