Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Nace una piedra angular de nuestra democracia

Con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz, y del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el Parlamento cubano aprobó por unanimidad la Ley Electoral, texto que, como se expresó en el debate, no calca esquemas de democracia concebidos en otras latitudes sino que refleja la resistencia creativa de un pueblo en Revolución

Autor:

Alina Perera Robbio

Auténtica, a la medida de las necesidades históricas de los cubanos, fiel al legado fidelista, ha nacido la Ley Electoral, a partir de que la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó el proyecto legislativo, texto que siendo fruto de un intenso trabajo y de múltiples análisis, llegó en la mañana de este sábado al 3er. Período Ordinario de Sesiones de la 9na. Legislatura de nuestro Parlamento.

Con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz, y del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, los diputados apoyaron por unanimidad el contenido de una Ley que, como se expresó en el debate, no calca esquemas de democracia concebidos en otras latitudes sino que refleja la resistencia creativa y la voluntad apasionada de un pueblo en Revolución.     

A modo de preámbulo conceptual, el Secretario del Consejo de Estado de la República de Cuba, Homero Acosta Álvarez, argumentó que el nacimiento de la Ley Electoral responde al mandato de la Constitución de aprobar, en un plazo de seis meses desde el momento de haberse aprobado la nueva Carta Magna, una Ley concerniente a nuestro modo de ejercer la democracia.   

El 31 de enero del presente año, recordó Homero, se constituyó el grupo que trabajó en la Ley Electoral. El proyecto que ha llegado al seno del Parlamento ha sido enriquecido con los aportes de los diputados en los análisis previos que han tenido lugar en las provincias, y en los más recientes trabajos de las comisiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Se trata de una Ley, subrayó, que tiene un basamento muy raigal en el texto de la Constitución de la República de Cuba. Hizo énfasis en el concepto que recoge la Carta Magna, alusivo a que somos un Estado socialista, con la clase obrera detentando el poder.

El Secretario del Consejo de Estado se refirió al Estado de Justicia social, otro concepto que recoge la Constitución, de cuyo espíritu se deriva el que contiene la Ley Electoral: No podrá haber democracia, recordó Homero Acosta, si no hay justicia social, y al defender esa posición, Cuba se aparta de los paradigmas y fetiches de democracia que los gendarmes del mundo pretenden imponer.

De otras definiciones cardinales habló Homero Acosta: de nuestras formas de Gobierno, de cómo es el pueblo quien elige a sus representantes; de la soberanía popular, es decir, de cómo el pueblo, que es el soberano, ejerce el poder.

El principio de igualdad que está en la Constitución,  resaltó Homero en otro momento, se reafirma en la Ley Electoral: nadie puede dejar de ser candidato por razones de discriminación. Y de otras esencias del funcionamiento del Estado cubano también habló el diputado: del carácter electivo de todos los cargos, del control del pueblo en la actividad de los órganos estatales, de la rendición de cuenta y de la revocación de cargos.

Sobre el proceso electoral y los derechos que tienen los ciudadanos, enumeró los de poder estar inscritos en el registro electoral, proponer candidatos, elegir y ser elegidos, ir a Referendo, participar en las rendiciones de cuenta, y revocar el mandato de aquellos que han sido electos.

Acerca de principios que contiene la Ley, a modo de continuidad y de coherencia con etapas precedentes de la Revolución, Homero Acosta Álvarez mencionó la nominación directa, por parte del pueblo, de los candidatos a delegados a las asambleas municipales del Poder Popular. Tampoco pasó por alto el papel de las comisiones de candidaturas como estructuras claves en la elección de los cargos principales.

Esas comisiones, reflexionó, ocupan el espacio que normalmente tienen, en otras latitudes, los partidos políticos: nuestro pueblo organizado en esas comisiones, dijo, es el encargado de preparar las candidaturas; esas estructuras no obedecen a criterios gremiales ni de grupo alguno sino que son inclusivas de todos los actores de la sociedad.

No hay campaña electoral, no se financia la elección de candidato alguno, resaltó Homero: nuestra gente vota por las personas que aparecen en una biografía, con su foto; no hay pasquines. Mantenemos esos principios.

Igualmente, destacó que en el intenso camino de los análisis previos a la aprobación de la Ley Electoral, los jóvenes hayan defendido el concepto de mantener el derecho al voto desde que se cumplen los 16 años de edad.

De otros temas disertó Homero Acosta: de la transparencia en los procesos electorales; de los tipos de elecciones (las municipales como primera fase de todo el proceso, y las nacionales en la cual se elegirían los diputados al Parlamento y los cargos que de ahí se derivan); del derecho al sufragio y de limitaciones específicas al mismo (como por razón de alguna discapacidad tengan restringido judicialmente el ejercicio de la capacidad jurídica, estar inhabilitado judicialmente, o incumplir con los requisitos de residencia); y del voto como un derecho, no como una obligación.

Asimismo, abordó temas como la composición del Consejo de Estado; las elecciones de gobernadores y vicegobernadores provinciales; y la ética y transparencia en que se sustenta el proceso electoral. Y sobre el contenido de la Ley, subrayó que da continuidad al legado de Fidel, artífice del modelo de diseño de los órganos del Poder Popular.

La esencia que aprobó  el parlamento

«Para el Estado Revolucionario cubano la democracia va a representar un elemento integrante y necesario», significó el diputado José Luis Toledo Santander al presentar ante el plenario el Dictamen de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos —que él preside— sobre el Proyecto de Ley Electoral.

«Integrante —dijo— porque siempre ha sido su objetivo el refuerzo de la base popular del Estado; necesario porque sin este refuerzo nunca se alcanzaría la profunda transformación que la Revolución misma implica».

En Cuba, fundamentó, la democracia no es solo una forma de gobierno; es, sobre todo, una forma de ejercicio del poder. «Hoy nos ocupa decidir, añadió, sobre una norma que es piedra angular de todo lo antes expresado, la Ley Electoral».

A la versión del Proyecto de Ley Electoral presentado a la Asamblea Nacional se le formularon, según detalló Toledo Santander, 452 modificaciones. La Ley como tal entró en vigor desde que fue aprobada por el Parlamento.

Las voces de los diputados tuvieron su espacio para enriquecer el momento de aprobación de la Ley Electoral. Se alzaron para recordar la perseverancia, la tenacidad y el desvelo total de Fidel, defensor inolvidable de la democracia en Revolución; para reconocer el trabajo meritorio de la Comisión redactora de una Ley para y con el pueblo.

El diputado Yusuam Palacios Ortega, presidente del Movimiento Juvenil Martiano de Cuba, expresó que este sábado la Asamblea en su actual período ordinario de sesiones estaba asistiendo a un momento trascendental. «Nosotros estamos siendo hoy la muestra fehaciente de la continuidad histórica de esta Revolución», dijo.

Destacó entonces que el pueblo cubano ha sabido elegir el camino, guiado por toda una tradición de pensamiento. «Este nunca ha sido un pueblo, resaltó, que se haya dejado someter por las pretensiones del imperialismo; es un pueblo que se ha levantado, que ha tenido firmeza, convicción».

Yusuam destacó que se ha logrado el consenso de la ciudadanía. Evocó a José Martí y su idea de que solo perdura lo que un pueblo, y no grupo alguno, quiere.

«El pueblo no se entiende con el enemigo de la Revolución, no se entiende con los mercenarios. En Cuba el poder está en el pueblo (…). Todo esto pasa por una cuestión ética, por una cuestión moral. Este proyecto de Ley es reflejo de los principios de unidad revolucionaria, y de resistencia, de creación heroica».

Un pedido solemne a la Asamblea hizo el joven diputado Raúl Alejandro Palmero: que en una Revolución hecha y defendida por muchos jóvenes, se mantenga la edad mínima de 16 años para ejercer el derecho a los sufragios activo y pasivo.

Por su parte, Susely Morfa González, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, resaltó la confianza que siempre ha tenido la generación histórica de la Revolución en los jóvenes. Invitó a analizar siempre en el contexto actual a las nuevas generaciones, esas que se desempeñan en las fábricas, en los hospitales, en las unidades militares, y en el nuevo espacio de combate de las redes sociales. 

La fortaleza de la Ley Electoral fue destacada por el diputado  Miguel Barnet quien expresó que la verdadera democracia es esta, la participativa y socialista; lo otro es una falacia. Por eso, argumentó, él aprueba la Ley Electoral que es apoyar el legado de Fidel.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.