Ariel Fiallo, técnico jefe de la obra presa Zaza, observa el embalse desde el punto más alto de la cortina en la obra de toma. Autor: Vicente Brito Publicado: 21/09/2017 | 06:56 pm
La Sequía ha desnudado la presa Zaza; caminar por su fondo, al pie de la cortina, es como descubrir el paisaje lunar: un suelo arenoso, blando, cubierto por un manto de conchas, oquedades, rocas y allí mismo, donde las aguas han reinado por décadas, se pulsa la sequía.
Tal oportunidad se aprovecha para mostrar la huella de la escasez de precipitaciones en la segunda cuenca hidrográfica más importante del país y también la majestuosidad de la mayor obra del siglo XX en Sancti Spíritus.
Únicamente en dos momentos anteriores el mayor embalse de Cuba archiva reportes de volúmenes inferiores o similares al registrado a inicios de semana, 110.644 millones de metros cúbicos de agua, idéntico nivel al que descendió el acuatorio en 1987.
Según datos recopilados en la Dirección Provincial de Recursos Hidráulicos, el más bajo almacenamiento de la presa fue en 1976, cuando el acumulado quedó en 99.634 millones de metros cúbicos de agua.
De manera que la Zaza tuvo el pasado lunes el menor volumen de los últimos 30 años, al ocupar solo el 11 por ciento de la capacidad total de 1 020 millones.
La estampa que mostraba el embalse hasta mediados de semana constituye el cuño más fiel de este nuevo evento de la sequía en Sancti Spíritus, pues los otros reportes de menores acumulados pertenecen a los años 2010 y 2015, con 130 millones de metros cúbicos de agua en ambas ocasiones.
Tomado del semanario Escambray