GUANTÁNAMO.— Cuando faltan varios meses para la llegada del llamado período húmedo, en la provincia se adoptan medidas emergentes para proveer de agua potable a la población de zonas afectadas por la depresión de las fuentes de abasto y garantizar las actividades económicas esenciales.
En el municipio de Niceto Pérez, con uno de los polos de producción de alimentos más importantes del territorio y el más afectado por la sequía, más de 3 000 pobladores que viven en zonas intrincadas reciben el líquido mediante carros cisterna.
El mayor embalse de esa localidad y de la provincia, La Yaya, solo represa el 17 por ciento de los 160 millones de metros cúbicos de agua que puede almacenar, lo cual, además, obligó a suspender sus entregas a las actividades de la pesca y la agricultura, para preservar el suministro a la población del sur de la ciudad de Guantánamo.
Como parte de las medidas restrictivas, se dejó de abastecer por tubería con el agua del río Guantánamo a varias comunidades de municipios al occidente de la provincia, que ahora la reciben mediante pipas.
Carros de triple tracción con tanques encima se incorporaron a la distribución de agua en comunidades serranas, mientras se prevén otras medidas que implicarán el alargamiento de los ciclos de distribución del acueducto Guanta y alternativas que pudieran incluir inversiones para la conducción del agua disponible en la zona norte hacia el sur de la ciudad del Guaso.
En estos momentos, los principales embalses de la más oriental provincia cubana almacenan solo el 37 por ciento de su capacidad. Hasta la fecha se reportaban lluvias inferiores al 49 por ciento de la media histórica para la etapa.