El país necesita jóvenes dispuestos a ser obreros agrícolas. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 04:57 pm
«El mundo está en candela y tenemos que apagarlo haciendo cosas que den provecho, desde donde nos toca en esta Isla. Lo más importante es que la gente le coja el gusto a la tierra y que se sientan motivados a trabajarla, porque ven que da satisfacciones, comida y dinero para vivir mejor».
De esta manera Yuniel González, campesino de la CCS ariguanabense Vicente Pérez Noa, energizó el Activo Provincial Juvenil Campesino, celebrado este sábado en la cooperativa de producción agropecuaria Amistad Cuba-Países Nórdicos, en el municipio habanero de Güira de Melena.
Este joven, delegado a los recientes congresos de la UJC y la ANAP, es uno de los productores de leche más prósperos del país, pero precisó: «si cuando me levanto, las vacas no dan leche, me voy a vender pirulí», porque es lamentable que un joven no sienta la responsabilidad de trabajar y ver el resultado de su esfuerzo.
Aunque toda la leche de sus vacas se comercializa como pan caliente, manifestó la preocupación de otros productores habaneros que se dedican a los cultivos varios, quienes luego de trabajar, durante meses, ven perder sus cosechas, por la falta de cajas y otros insumos necesarios para continuar el ciclo productivo.
«Desde hace un tiempo le suministro huevos a una escuela de la comunidad. Hasta ahora lo he hecho con las gallinas que tengo, pero hay que remplazarlas, porque se ponen viejas y no producen. Cuando pedí las sustitutas, el papeleo era tan grande que todavía lo estoy pensando».
Yuniel se refirió a la urgencia de aligerar la producción agrícola de tantos cargos directivos, pues lo que se necesitan son muchas manos para sembrar y dejar de importar alimentos que en Cuba pueden cultivarse.
Por su parte, Julio Álvarez, de los campesinos de Bauta, afirmó: «Yo quisiera estudiar una carrera que me permita manejar mi rebaño sin depender de otras personas, pero hacerme veterinario ahora es muy difícil. Yo no quiero quedarme con doce grado, tampoco quiero una oficina, me gusta el campo».
Al respecto, Hilder Torres Escalona, miembro del Buró Nacional de la UJC, explicó que el país necesita jóvenes dispuestos a vincularse directamente a la producción y consideró importante la labor de la ANAP en la superación de sus campesinos, para que estos puedan aplicar la ciencia y la técnica en función de garantizar más alimentos.
El futuro de nuestros campos está en las escuelas, y hasta allí debemos llegar para que los pioneros comprendan que la tierra es portadora de innumerables riquezas, sostuvo Yuniel Ramírez, obrero agrícola de la CPA 9 de Abril, en Batabanó.
La junta directiva de las cooperativas debe responsabilizarse con los jóvenes, incluso con el de la esquina, precisó Gilberto Domínguez, miembro del Buró del Partido en La Habana, quien propuso cambiar el nombre a estos activos que se celebran cada año y comienzan desde la base. Según señaló, a partir del año venidero deberían llamarse Balance del trabajo conjunto, pues la ANAP y la UJC han de trabajar unidos para ganar la batalla de atraer a los jóvenes para producir alimentos.