GUANAHACABIBES, Pinar del Río.— Miles de cangrejos rojos, que salen del bosque rumbo al mar para hacer el amor en esta época del año impresionan al visitante, pero no al equipo de trabajo que resguarda la naturaleza en este Parque Nacional, enclavado en la reserva de la biosfera de igual nombre.
Abel Sosa Prieto, uno de los especialistas del Parque, precisa que en marzo y abril, con la llegada de la primavera y las primeras lluvias, este espectáculo por el amor y la fecundación provoca que la carretera esté literalmente tomada por los cangrejos rojos Gecarcinus ruricola, a quienes se les asegura una parte «del derecho de vía» gracias a lógicas restricciones de visitantes en el área.
Posee el Parque grandes reservas naturales, entre las que se encuentran el zunzuncito o pájaro mosca (el más pequeño del mundo), 172 especies de aves de 42 familias, así como las antiquísimas iguanas y cuatro especies de tortugas marinas que desovan en playas de la zona en el mes de junio.
Los mencionados cangrejos se alimentan de detritos, por lo cual son considerados, según Sosa Prieto, como limpiadores de la naturaleza.
La hora que prefieren para su viaje rumbo al mar es entre 11 y 12 del día. Cada cangreja deposita en el agua miles de huevos.
Los habitantes de núcleos poblacionales como La Bajada se alimentaban de estos animales y hasta los comercializaban, por lo que los investigadores del Parque realizaron diversos conversatorios para informarles que el color rojo de este cangrejo se debe a la acumulación de tungsteno, tal y como los alertó el Doctor Vicente Berovides, experto de la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana.
Si la ingestión de este cangrejo es frecuente existe el riesgo de que de forma acumulativa el tungsteno pase al organismo e incida en la disminución de la producción de espermatozoides, en el caso del hombre, así como diarreas y necrosis renal.
Abel Sosa afirma que la fecundación, que ocurre dentro del mar, está algo atrasada, pues en este período ya debía haber terminado.
Otra de las zonas de Cuba en la que ocurre invasión similar en densidad de individuos es la Ciénaga de Zapata.