L.R: Tengo novio hace algunos meses y vivimos peleando porque soy muy celosa. Yo no quiero perder esa relación tan bonita, pero cada salida y cada notificación en su teléfono es un motivo de disgusto, porque, para mí, él es demasiado sociable. Mis amigas dicen que son ideas mías y mi mamá lo achaca a que crecí con un padre celoso. Tengo 17 años.
Los celos forman parte de la siquis humana desde la primera infancia, sobre todo si creces en un ambiente donde es común ese tipo de cuestionamiento. Uno de los retos de la vida es aprender a lidiar con la incertidumbre de ver a tus seres queridos relacionarse con otros sin que eso signifique un menoscabo de sus sentimientos hacia ti.
Exigir exclusividad en un entorno cada vez más social es muy difícil, y no tiene sentido asociar privacidad con infidelidad. Si bien no se justifica la deslealtad de transgredir una norma establecida por la pareja, no todos los gestos de admiración o sociabilidad hacia terceros debes tomarlos como una falta a su compromiso contigo.
Hablen de límites saludables, de lo que esperan y pueden tolerar, pídele ayuda para sentirte segura a su lado, pero trabaja también en tu propia autoestima para que no vivas todo el tiempo como si te estuvieran comparando.
Si no quieres perderlo, entiende que el camino más corto para ese final es la incomprensión, el agobio, la falta de confianza en sus motivaciones para estar contigo y tener relaciones en otros planos con otras muchachas y muchachos.
También valora si son celos inespecíficos o te los provoca alguien a quien admiras y temes ser superada por sus dotes; o si hay una persona con quien deseas tener una experiencia al margen de tu relación y temes que te hagan lo mismo.
Escucha a quienes ven de tu lado el problema, dialoga con un profesional si es necesario y, sobre todo, pregúntate cuántas veces has tenido razón en dudar de su conducta. ¿Cuántos momentos de disgusto pudiste evitar con un poco más de fe en tu novio y en ti misma?
Eres tú quien genera la tensión y es como si buscaras justamente lo que temes. Si sabes lo que costaron esos celos en la relación de tus padres, puedes detenerte a analizar si es eso lo que esperas de una relación que llamas bonita y elegir las imágenes que proyectas en la cotidianidad.