G. R.: Tengo un niño de cuatro años y estoy con un hombre que no es su papá. No sé cómo tomar ciertas decisiones y tengo miedo que pueda hacerle algún daño a mi niño pensando en hacerle un bien. Siempre dormí con él y ahora que me mudé lo puse a dormir en la cuna. Muchas veces él quiere pasarse a nuestra cama antes de quedarse dormido o después de levantarse y mi esposo me dice que no lo deje. Eso me hace sentir mal porque es mi hijo, pero quiero poder llevarlo por un mejor camino. Tiene mucho apego a mí. Yo sé que en algo tengo culpa, como también creo que mis padres la tengan, pues es único nieto y muchas veces viví momentos en los que me quitaban la razón delante de él. Quisiera lograr que mi niño me respete, pero no sé qué debo hacer para lograrlo.
Lo ayudas a crecer cuando tiene sus espacios para desarrollar actividades como dormir, jugar y bañarse, aunque inicialmente les resulte difícil a ambos. Los hijos no deben ocupar el lugar del compañero de mamá, aunque a ella suele resultarle también difícil esta separación sicológica, especialmente si no tiene pareja o esta no marcha bien. Usualmente quien está ocupando la función de padre ayuda a que dicha separación se efectúe.
Para tomar decisiones sin dejarte manipular por otros te ayudará buscar orientación ante las dudas, como ahora, y observar el desarrollo de tu niño, dar salida a tus ideas, rectificar y ser flexible cuando lo creas necesario. Su respeto también se relaciona con el lugar donde te ubiques ante él y el resto; pero de este tema debes hablar más en una consulta especializada. Dejarte quitar la razón ante él no es la mejor opción.