E.R.: Hace unos días sorprendí a mi mujer en una charla telefónica con un amante. Me contó de su traición: una situación molesta, en parte también por verla llorar tanto. Dice que fue un error y jura que nunca más volverá a suceder, que me quiere y hará lo posible por salvar la relación. Me pregunto si alguien que hace eso, en realidad quiere a la otra persona. La amo lo suficiente para perdonarla, pero me asaltan esas dudas. Jamás lo hubiera imaginado de quien siempre actúa correctamente, como ella. Luego de estar cuatro años agregados en casa de su familia ya estábamos viviendo solos. Teníamos contradicciones, pero conversamos para darle una oportunidad a la relación. ¿Puedo creer en sus palabras?
La respuesta a tu pregunta depende en primera instancia de ti: de la postura que quieras asumir, del deseo de construir a partir de ahora y de cuán posible te resulte. Debes decidir si quieres depositar fe en esa relación a pesar de saber que es capaz de mentir y no actuar siempre acorde a lo supuestamente correcto. Luego, a través de sus acciones podrás responderte si es merecedora de ese voto de confianza.
Sería más fácil si se pudiera catalogar a las personas según una tipología de comportamientos predecibles, pero no es así. Gente excelente también puede sorprenderte, y aun enamoradas ser infieles. A veces reconstruyen su relación, pero no siempre es así. Solo ustedes podrán determinar su caso. Ni el perdón ni la culpa ni las ganas serán suficientes. Deberán enfrentar los conflictos de un mejor modo. Es necesario emprender cambios que permitan superar la crisis para no sumergirse en ella. Asiste a terapia si lo sientes necesario.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica, psicoanalista