Ruby Bridges, de seis años, tuvo que ser escoltada por la policía federal el primer día de clases
Un fallo judicial de un tribunal norteamericano determinó en 1954 que no debía existir barrera racial para la educación, pero el segregacionismo continuó hasta 1960, cuando una niña negra logró matricular en una escuela de blancos.
Ruby Bridges, de seis años, tuvo que ser escoltada por la policía federal el primer día de clases, porque las familias de los demás estudiantes le gritaban, escupían a su paso y le tiraba cosas. Solo una maestra aceptó ayudarla.
Con el tiempo salió mejor alumna tres años seguidos y terminó siendo muy querida por sus compañeros. Tras la secundaria, estudió Turismo, y fue agente de viajes durante 15 años.
Hoy Ruby es madre de cuatro hijos y vive en Nueva Orleans. Creó una fundación a su nombre y promueve igualdad, justicia social e inclusión, sobre todo para niñas negras.