Acá te compartimos algunos componentes del sexo seguro, responsable y protegido para que puedas distinguirlos e integrarlos en tu vida cotidiana
Haz de tu cuerpo un aliado,
nunca un enemigo.
Irene Bedmar Martín, sicóloga y educadora sexual
Hablar de sexo seguro, responsable y protegido no es una redundancia, pues cada uno de esos adjetivos aporta un matiz diferente. Visto de conjunto, es la conducta que se asume antes y durante las relaciones sexuales para evitar un embarazo, una ITS, el VIH o la vulneración de tu intimidad.
Acá te compartimos algunos componentes para que puedas distinguirlos e integrarlos en tu vida cotidiana.
Sexo seguro:
Prácticas excitantes en las que no hay intercambio de fluidos peligrosos entre amantes.
Besos
Abrazos
Caricias
Masturbación con las manos o juguetes que no se intercambian
Narraciones y lecturas eróticas
Sexting en canales privados
Sexo protegido:
A las prácticas de sexo seguro se suman otras que incluyen penetración, pero emplean mecanismos de barrera garantizados por instituciones de salud para evitar el paso de microorganismos y el avance de los espermatozoides.
Sexo vaginal con condón masculino o femenino
Sexo anal con condón masculino
Felación (sexo oral a hombre) con condón masculino
Cunnilingus (sexo oral a mujer) con pañuelos de látex.
Sexo responsable:
Tomas el control de tus decisiones a partir del conocimiento de los riesgos para tu salud, posibles embarazos o vulneración de tu identidad y dignidad.
Uso de anticonceptivos adecuados a tu edad y circunstancias de salud para la planificación familiar.
Limitar las parejas activas y conocer, si es posible, su condición serológica.
Realizarse pruebas de VIH con sistematicidad y siempre al iniciar una relación.
Pedirle a tu pareja que se realice la prueba antes de tener relaciones sexuales, incluso si son protegidas.
Si la pareja es estable y dejarán de usar condón o buscarán un embarazo, mantener la exclusividad sexual.
Si eres hombre y decides no tener más descendencia, valora realizarte una vasectomía.
Verifica la identidad, edad y motivación de las personas con las que practicas sexo a través de internet.
No compartas fotos o videos íntimos en los que sea posible reconocer tu rostro u otra parte distintiva de tu cuerpo (lunares, cicatrices, tatuajes).
No dejes tus materiales de contenido erótico al alcance de extraños o de menores de la familia.
Al tener relaciones sexuales en casa, verifica que los menores no tendrán posibilidad de verte o escucharte.
Cuando tengas dudas sobre tu salud sexual o tus derechos, pide información o consejería con personal bien preparado.
Si buscas información sobre sexo en internet u otras fuentes, verifica que esté debidamente fundamentada.