I.S.: Llevo siete años con mi esposo. Nos entendemos muy bien en las relaciones sexuales, pero me cuesta trabajo llegar al orgasmo. Disfruto de cada momento de la relación, pero sería mucho mejor si llegara. Los que he tenido han sido por estimulación del clítoris y tengo que «acomodarme» para poder llegar. Entonces me pregunto si será un trastorno que no tenga un orgasmo sin tener que «trabajar» en función de ello. Pienso que la idea es que se llegue el clímax sin tener que estar planificándolo. He conocido muchachas que han tenido hasta dos orgasmos en una relación sexual y veo eso tan, pero tan lejano… Tengo 25 años.
Es de destacar que el disfrute erótico requiere por un lado de prácticas reveladoras de nuestras preferencias; pero por otro precisa de una posición subjetiva, de una predisposición que no has encontrado aún.
Sería importante aclarar lo que implica ese «trabajar» para ti, porque en ello se encuentra parte de los requerimientos de tu cuerpo y mente para el máximo disfrute. Habría que comenzar por rescatar eso. Sin embargo, en el amor no es totalmente aplicable el refrán que dice «Quien no trabaja no come», justamente porque tener y trabajar suelen asociarse a otros significados diferentes a los de los verbos querer, desear, disfrutar…
Para las mujeres suele ser difícil aprender a complacerse del acto sexual hasta el clímax, aunque si ya has tenido experiencias orgásmicas no debe estar tan lejano un disfrute sistemático. Existen posiciones durante la penetración donde la pareja logra una estimulación similar a la de las caricias genitales que refieres. Si tu situación persiste, viene bien la consulta psicológica cara a cara. Allí sabrán cómo ayudarte.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica, consejera en ITS y VIH/sida y psicoanalista