Predecir el sabor de un alimento a partir de una «lengua virtual» es el objetivo de un estudio que integra a investigadores de nueve instituciones
Predecir el sabor de un alimento a partir de una «lengua virtual» es el objetivo de un estudio que integra a investigadores de nueve instituciones de Italia, Grecia, España y Suiza, y que está financiado con más de un millón de euros por las Acciones Marie Sklodowska Curie RISE (Research and Innovation Staff Exchange) del Programa Horizon 2020 de la Comisión Europea.
Esta unión experimental de las Ciencias Agroalimentarias y la Inteligencia Artificial permitió crear la plataforma Virtuous con un algoritmo inteligente que favorece la predicción del perfil organoléptico de un alimento específico basado en su composición química. Refieren los científicos que Virtuous también puede combinarse con otras tecnologías para mejorar la agricultura de precisión.
La investigadora principal del proyecto, Vanessa M. Martos Núñez, precisa que el estudio permitirá conocer mejor los mecanismos que estimulan la transferencia de información desde el nivel químico, en el que los componentes moleculares de los alimentos se unen a los receptores gustativos.
Los estímulos olfativos combinados con los auditivos pueden cambiar la percepción de nuestro cuerpo, según afirma una investigación realizada por científicos del University College of London, la Universidad de Sussex y la de Carlos III de Madrid, en España.
Al parecer, la exposición a diferentes olores puede hacernos sentir más gruesos o esbeltos, como es el caso del aroma de vainilla y el de limón, que provocan uno y otro efecto. Estos resultados aportan nuevos conocimientos en el campo de la neurociencia cognitiva y de la interacción persona-ordenador.
Los científicos involucrados en el estudio adaptaron un dispositivo a unos zapatos para analizar cómo cambia la percepción que tenemos de nuestra imagen corporal cuando se modifica en tiempo real el espectro de frecuencia de los pasos al realizar una actividad física. Concluyeron que cuando se incrementan las altas frecuencias, las personas se sienten más ligeras, más felices y les resulta más fácil realizar ejercicio.
Estos resultados permitirán diseñar terapias novedosas y más efectivas para personas con trastornos de la percepción corporal, como el desarrollo de ropa interactiva o tecnología portátil que mejoren la autoconfianza de las personas.
Fuente: Noticiasdelaciencia.com
Frase: «La ciencia será siempre una búsqueda, jamás un descubrimiento real. Es un viaje, nunca una llegada». Karl Raiumd Popper.
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