El uso del fármaco ácido tranexámicouso puede prevenir la muerte por hemorragia posparto. De igual forma, un útero artificial que parece una bolsa de plástico podría salvar la vida de los bebés muy prematuros
Un potente fármaco llamado ácido tranexámico, creado hace más de medio siglo por la japonesa Utako Okamoto y su esposo, puede reducir en un tercio el riesgo de hemorragia posparto, que actualmente cobra la vida de una mujer cada seis minutos en el mundo. La Escuela de Londres de Medicina Tropical e Higiene fue la encargada de rescatar del olvido el medicamento, que en su momento acabó en manos de una compañía farmacéutica que lo promocionó para tratar las reglas de sangrado abundante.
Tras un estudio en el que participaron 20 000 mujeres de 21 países, se confirmó que el fármaco es seguro y eficiente, porque detiene rápidamente las hemorragias al ayudar a mantener intactos los coágulos que se forman naturalmente en la sangre. Por si eso fuera poco, es muy barato, entre otros motivos porque es fácil de producir y porque ya no tiene patente.
Según Haleema Shakur, investigadora que coordinó el estudio cuyos resultados acaban de ser publicados en la prestigiosa revista médica The Lancet, su uso para prevenir la muerte por hemorragia posparto podría ser inmediato.
Un útero artificial que parece una bolsa de plástico podría salvar la vida de los bebés muy prematuros. Probado por un equipo científico estadounidense en corderos precoces de una edad equivalente a las 23 semanas en los humanos, el experimento logró que los fetos continuaran creciendo y madurando en la bolsa, que actúa como un saco protector de fluido amniótico artificial hecho de agua caliente y sales que se renueva constantemente.
Según el estudio publicado en la revista especializada Nature Communications, durante el tiempo que estuvieron en su interior, los animales recibieron un flujo sanguíneo rico en nutrientes y oxígeno a través de su cordón umbilical, conectado a una máquina especial en lugar de la placenta de la madre.
Al respecto, investigadores del Hospital de Niños de Filadelfia creen que esta estrategia podrá en un futuro no muy lejano aumentar la probabilidad de supervivencia de los bebés prematuros y esperan poder empezar a realizar pruebas con humanos en un par de años. La probabilidad de supervivencia de bebés menores de 23 semanas es cercana a cero. A las 23 semanas aumenta al 15 por ciento, a las 24 al 55 por ciento, y a las 25 semanas al 80 por ciento.
Fuente: BBC Mundo
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