En el capitalino teatro Karl Marx será la gala de Premios Lucas 2025. Autor: Tomada de Twitter Publicado: 17/11/2025 | 08:39 am
Hace años había costumbre de asegurar, y tal vez alguien por ahí todavía reproduzca la frase, que uno había llegado a los Ta, es decir, a los 30, 40, 50 y así se apuntaba el arribo a estas edades como señal de madurez. Los premios Lucas están en ese camino, próximos a entrar en los Ta, y recientemente activaron, con la engrasada dinámica de siempre, sus mecanismos de selección para finalmente decidir, en una gala anunciada para el 22 y el 23 de noviembre, en el Karl Marx, los mejores videos musicales de 2025.
Un rapto distópico y poético concibió el novel Daniel Santoyo para ilustrar, con imágenes agoreras, oscuramente premonitorias, y otras luminosas y floridas, la canción Origen, que interpreta Eme Alfondo. Con siete posibilidades de premio (Mejor Video del año y en la categoría Fusión, Dirección de Arte, Efectos Visuales, Edición y Dirección, entre otros) cumple a fondo con aquellos que aseguran las posibilidades de este soporte para la recreación surrealista y no-narrativa de este soporte, porque apenas se pueden encontrar, ni falta que hace, vínculos lógicos entre el texto de la canción, y ese mundo de imágenes deslumbrantes, delirantes y en perenne movimiento.
Según mi parecer, Santoyo y su juvenil equipo de colaboradores (algunos de ellos todavía recién egresados de la Facultad Arte de los Medios de Comunicación Audiovisuales, FAMCA) pueden y deben ganar en las principales categorías, porque además de las mencionadas virtudes, la obra derrocha talento e imaginación, aparte de un trabajo primoroso y arduo en la creación de un collage poderoso y sugestivo, a partir del cual el espectador puede fabular a rienda suelta.
Muchos de nuestros principales intérpretes, a la hora de concebir videos para promocionar su música, pudieran pensar en la posibilidad de imitar la actitud abierta y experimental de Eme Alfonso, y confiar en las propuestas de los talentosos realizadores que todavía abundan, por suerte en nuestro ambiente audiovisual, sobre todo cuando la intención de la obra intenta trascender la dinámica estándar del bailaito y la canción tirada ante la cámara. Recordar que esa cantautora fue protagonistas de los muy recordados, y premiados, Voy, de Joseph Ros, y Libre, dirigido por Raupa, Mola y Nelson Ponce.
Tres minutos de belleza desplegada entre lo fashion y lo atávico propone Atunwá, que canta Brenda Navarrete y dirige la talentosa, y también egresada de FAMCA, Lena Hernández. Nominado también en algunas de las principales categorías (mejor video del año, dirección, edición, dirección de arte, música Tradicional y Folclórica) sobre todo en el acápite fotográfico pues el video consigue a través de la iluminación y los contraluces, del juego con los primeros planos, y mediante la exquisita selección de los accesorios y del vestuario, confirmar y trascender los códigos del video arte performativo, ese que fija en la imaginación la imagen del artista actuando, y además recrea sutilmente el alcance de su arte.

Brenda Navarrete, cantante, compositora, y percusionista cubana, especialista en tambores batá. Foto tomada de Facebook.
Lena Hernández dirigió también Eso que dijiste, cantado por Issac Delgado, que cuenta con una fotografía admirablemente inmersiva de Alexander González, quien lograr colocar al espectador en medio de los entretelones del show del cabaret Parisién. Aunque tal vez sería suficientemente atractivo con filmar la actuación de Issac en el mencionado show, la realizadora decidió crear, con los elementos que tenía delante, una historia de amor entre dos bailarinas que trabajan acompañando al solista.
Por supuesto que las muchachas no son actrices, pero esa dificultad la resolvió la directora cuando filmó a las bailarinas haciendo lo que ellas hacen normalmente en el show, y una edición de planos muy cortos y bien concebidos resolvió el resto. Lo demás, lo pone la imaginación del espectador. Conste que Issac sigue siendo el protagonista absoluto de su video, porque su canción solo se ha potenciado con una ficción «de apoyo».
La broma audiovisual más suntuosa y carnavalesca del año (todo eso dicho en el mejor sentido) la verifica Jose Rojas cuando dirigió Perdidas empoderadas, que interpretan Wendy Guevara, Paola Suárez y Kary Torres. A partir del momento en que una de las intérpretes dice, al inicio de la canción, «rompí el espejo de aquel cuarto, en donde tú pensabas que era prisionera», el director vincula las actitudes y vestuario de las dominatrices con la imaginería del empoderamiento femenino y de Alicia, la del país de las maravillas, cuando logra pasar a través del espejo, y así comienzan aventuras como aquella en que cobran vida las piezas de ajedrez y los naipes.
Con un colorido sabiamente inspirado en el Tim Burton más pop y lozano, el cuerpo de baile y las solistas despliegan un entusiasmo contagioso, a ritmo con el tema musical, sin perder nunca la elegancia ni mucho menos el elaborado juego intertextual sanamente provocativo, y por qué no decirlo, festivamente artístico.
Entre los videos que alcanzaron mayor número de nominaciones, después de los antes mencionados, aparecen también Te sorprenderá, que interpreta Raúl Paz, y codirigen sus hijos Roco y Raphael Paz, junto con la versátil y emprendedora actriz Sailín Carbonell, y Rica y to, que interpreta el novel y este año consagrado Wampi, dirigido por un grupo que responde al apelativo de Los Datway.
Si Perdidas y empoderadas recurre a una dirección de arte pomposa y a la comparsa abundante, Te sorprenderá consigue ilustrar cuatro situaciones existenciales muy específicas con un solo actor o actriz, en un escenario desnudo, en torno a mínimos elementos escenográficos para sirven de correlato a cada una de las cuatro estrofas de la canción. Ingeniosa y funcional la edición en su voluntad de crear una suerte de sumatoria sobre estos seres sorprendidos justo en el momento en que el destino va a dar un vuelco.
Es también un video de ensamblaje, con muchos personajes y un solo escenario, pero muy amplio, Rica y To, resuelto originalmente en un solo plano de movimiento lateral, contra una pared de desnudos ladrillos delante de la cual pasan muchísimos mini dramas y pequeñas comedias típicos de cualquier barrio habanero. La cámara se mueve lentamente de izquierda a derecha, al unísono con Wampi, pero la profundidad del plano incluye tantas y tan variadas situaciones que el video puede verse muchísimas veces sin que jamás aburra. Es inteligente sin pedantería, y gracioso sin concesiones al mal gusto.
Una nota de diversidad e inclusión significaron este año los videos cristianos de Dairon Gavilán, que fueron honrados con varias nominaciones. No se trata de proselitismo ni propaganda, es simplemente cultura. Como también lo son las innumerables obras que recrean motivos de las religiones afrocubanas. Creo que nadie estará en condiciones de negar que las religiones, todas, forman parte de la cultura de las naciones, y contribuyen ciertamente a modular manifestaciones artísticas como la música, de modo que nadie debiera sorprenderse con videos musicales de este tipo entre los nominados. Digo yo.
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