El molusco cubano en peligro de extinción ha sido reconocido como el más bello y el segundo más gustado del mundo
Tal y como los influencers de hoy hacen sus tops de famosos más bellos, más elegantes o más populares, las instituciones que estudian la biodiversidad saben cómo presentarnos a las increíbles especies del planeta. La Polymita picta cubana, reconocida como la más bella del mundo, alcanzó por estos días el segundo lugar en la lista por el título de Molusco del año 2021 en una votación pública organizada por el Centro Loewe de Genómica Traslacional de la Biodiversidad (Loewe-Center TBG) y Unitas Malacologica (sociedad internacional de malacólogos) que buscó elegir a los moluscos más populares entre los 120 nominados por investigadores internacionales y otros interesados.
Durante dos semanas el sitio web permitió votar para elegir un ganador entre los moluscos, y el primer premio lo ha llevado el Gran Argonauta (Argonauta argo), una especie que «navega» en aguas tropicales y subtropicales de todo el mundo.
Según esa plataforma digital, se emitieron 21 927 votos de más de 126 países, de los cuales el vencedor obtuvo el 36 por ciento. Pero en segundo lugar la celebrity cubana se coló entre las más admiradas del mundo, al reunir 6 377 votos.
Les siguieron la almeja de las cavernas (Congeria kusceri), el quitón de piel de serpiente (Sypharochiton pelliserpentis) y el calamar cuerno de carnero (Spirulas pirula).
El Loewe-Center TBG tiene como objetivo combinar el estudio fundamental sobre los genomas de una amplia diversidad de organismos con el desarrollo de servicios y productos aplicables, con vistas a que la diversidad genómica sea accesible y utilizable como el nivel de referencia de la biodiversidad para la investigación básica y aplicada.
En la página del concurso se describen como las razones principales de la popularidad de nuestra Polymita: sus colores vibrantes en la concha y su enigmático dardo amoroso, un dispositivo para apuñalar a los compañeros de apareamiento.
Los moluscos del género Polymita son los caracoles considerados los más bellos del mundo y en Cuba, se localizan en las regiones más boscosas del oriente cubano, especialmente en los municipios de Baracoa y Maisí de la provincia de Guantánamo, aunque también pueden hallarse en zonas colindantes del propio territorio y del vecino Holguín.
Los naturalistas reconocen la presencia de seis especies, entre las cuales, la Polymita picta, es la de coloraciones más vivas.
Las especies de Polymita, al igual que un elevado porcentaje de los moluscos terrestres de Cuba, son hermafroditas. Foto: Tomada de Cubadebate
Según explica David Maceira, en un artículo publicado en el libro de fotografía natural Cuba, un encuentro fotógrafico con su naturaleza, de Eladio Fernández, las hermosas conchas de estos singulares moluscos, adquirieron su diversidad de colores mientras se adaptaban a la vegetación de distintos tamaños: flores, hojas y frutos y gran epifitismo (plantas que crecen sobre otras).
Un reciente monitoreo realizado por científicos cubanos reporta el peligro de extinción de la Polymita sulphurosa, al contabilizar los pocos ejemplares de esa especie que quedan en la región montañosa de Sagua de Tánamo y Moa, en Holguín. La marcada microlocalización de la también llamada polimita color azufre y su relativa baja capacidad de dispersión determinan, entre otros factores, que sus poblaciones se hayan reducido considerablemente en los últimos años, según expertos de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre.
La recolección ilegal de sus conchas para traficar con ellas o fabricar objetos artesanales es uno de los factores que más ha incidido en la disminución de las poblaciones de polymitas. Cuba aplica desde hace años un programa de manejo para el mantenimiento de la especie, en el marco legal de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de la Flora y Fauna Silvestre (Cites).
Para enfrentar el tráfico ilegal, la Aduana General de la República se rige por la Resolución 160 del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, que establece regulaciones para la protección de una amplia lista de especies de significación para la biodiversidad.
La Cites acordó incluir en su Apéndice I el género Polymita para su protección contra la explotación excesiva mediante el comercio internacional.
La Polymita se alimenta de hongos y es sensible a los cambios de humedad, luminosidad, temperatura y salinidad. Foto: Tomada de Artigoo
A este factor de riesgo se suma la pérdida o transformación del hábitat natural, la introducción de plantas y animales exóticos que compiten por su entorno, y en los últimos tiempos el cambio climático, causante de la reducción de las lluvias y el aumento de las temperaturas. Esperemos pues, que la lucha contra el contrabando y la responsabilidad de quienes habitan más cerca de su entorno pueda preservarnos la aplaudida belleza de estos moluscos únicos.