Exóticas especies fueron inventariadas y descritas por vez primera en este año que ya casi termina
La idea de que conocemos y hemos inventariado todas las criaturas de este mundo en que habitamos no es más que un enorme complejo de superioridad. La verdad, aceptémoslo, es que, como mostraba un estudio presentado en el año 2011, el 86 por ciento de las especies en la Tierra y el 91 por ciento de las especies oceánicas aún no han sido identificadas, o sea, de los 15 millones de especies que se estima que habitan nuestro planeta, la ciencia solo alcanza a conocer dos millones en la actualidad.
En este pulseo, cada año se descubren como promedio entre 50 y 100 nuevas especies. Por ejemplo, en 2019, la Academia de las Ciencias de California, una de las instituciones que actualiza este listado junto con el Instituto Internacional para la Exploración de Especies de la Universidad Estatal de Nueva York, catalogó 71 nuevas.
Pero aún hay demasiadas por encontrar, sobre todo si tenemos en cuenta que otros datos nos presionan: alrededor de 5 000 grupos están considerados en peligro de extinción y estas cifras han empeorado de forma alarmante en los últimos diez años.
Nos toca comprender también que la extinción no es un problema solo para el animal que deja de existir, sino para otros grupos, al desbalancear el equilibrio de ecosistemas necesarios para la biodiversidad general. Incluso los hallazgos tienen un regusto amargo si entendemos que los mayores números descubiertos tienen un doble filón: hallamos más especies porque cada vez invadimos más sus espacios antes remotos.
«La biodiversidad está disminuyendo a un ritmo acelerado y, según las estimaciones, incluso un millón de organismos están en peligro de extinción en las próximas décadas. Si queremos proteger la biodiversidad de la naturaleza de la manera más eficiente posible, tenemos que descubrir tantas especies como sea posible», apunta el profesor de Investigación de Biodiversidad Ilari E. Sääksjärvi, de la Universidad de Turku, Finlandia.
Por todo ello, conocer qué nuevas especies fueron halladas y descritas durante este 2020, o al menos algunas de ellas, resulta más que motivador. Entre las observadas este año, hay especímenes verdaderamente misteriosos y extraños. Veamos.
Los investigadores de la Unidad de Biodiversidad de la Universidad de Turku describieron 17 nuevas especies de arañas, 23 insectos, un milpiés erizado y un lagarto monitor, en el primer semestre de este 2020.
En los últimos años, esta Unidad de Biodiversidad de la Universidad de Turku se ha perfilado especialmente para reseñar la biodiversidad de ecosistemas desconocidos. Cada año, la Unidad describe docenas de nuevas especies, una gran cantidad incluso para las tendencias usuales.
«Nuestro objetivo es descubrir nuevas especies y contar su historia al mundo... Muchos de estos animales viven en áreas que podrían transformarse o incluso desaparecer en pocos años. Describir nuevas especies para la ciencia es una carrera contrarreloj», explican dos de los investigadores líderes de este año, Sääksjärvi y Zamani.
Los hallazgos de un grupo de científicos internados en el misterioso valle de Zongo, ubicada en las afueras de La Paz boliviana, son revelados en una investigación publicada este diciembre. En realidad se realizaron en una expedición de 14 días en marzo de 2017, codirigida por Trond Larsen, del grupo ambiental sin fines de lucro Conservation International.
Entre las nuevas joyas inventariadas se halla la extremadamente venenosa víbora fer-de-lance de montaña. Tiene grandes colmillos y hoyos sensibles al calor en su cabeza para ayudar a detectar presas. Anteriormente era desconocida para la ciencia, pero desde la expedición la víbora se ha encontrado en otros lugares de Los Andes. Foto: Tomada de Prensa Libre
La rana liliputiense es uno de los anfibios más pequeños del mundo, con un minúsculo centímetro de longitud. Con su color marrón camuflado y su tendencia a esconderse en gruesas capas de musgo y tierra, es casi imposible de detectar si no se sigue su sonido en el bosque. Otras joyas entre las halladas fueron la orquídea boca de la víbora y la orquídea copa, la serpiente bandera, la rana ojos de diablo, un nuevo tipo de mariposa, y numerosas otras maravillosas criaturas del valle boliviano que conllevarán mucho estudio de ahora en adelante. Foto: Tomada de Prensa Libre
El lagarto monitor Varanus bennetti también fue descrito este año. La importancia de la conservación de la especie se concluyó solo después de estudios de campo y laboratorio. Los investigadores Valter Weijola y Varpu Vahtera que descubrieron la especie. Foto: Tomada de Prensa Libre
Descubrir, clasificar y describir nuevas especies implica un riguroso trabajo que va desde expediciones a lugares remotos hasta documentación para poder extraer especímenes de cada país. Sin contar largas horas de estudio en laboratorio para realizar observaciones detalladas de los rasgos de los recién conocidos.