No es muy distante a lo que en realidad está sucediendo a la vista de una humanidad horrorizada y maniatada por la complicidad del llamado mundo occidental que lidera Estados Unidos, lo que ha propuesto David Azoulai, el jefe del ayuntamiento de la ciudad israelí de Metula, según The Jerusalem Post: dijo que Gaza debería ser vaciada de palestinos, arrasada y hacer que se parezca a Auschwitz.
Estas fueron sus palabras en una entrevista radial, en la cual sugirió que la Armada israelí podría transportar a los palestinos a campos de refugiados en el Líbano: «Entonces, debería establecerse una franja de seguridad desde el mar hasta la valla fronteriza de Gaza, completamente vacía, como recordatorio de lo que alguna vez hubo allí. Debería parecerse al campo de concentración de Auschwitz.
«Díganle a todos en Gaza que vayan a las playas. Los barcos de la Armada deberían cargar a los terroristas en las costas del Líbano. Toda la Franja de Gaza debería ser vaciada y arrasada, como en Auschwitz. Que se convierta en un museo que muestre las capacidades del Estado de Israel y disuada a cualquiera de vivir en la Franja de Gaza», añadió.
Una versión nueva y especialmente despreciable en su formulación del genocidio y la limpieza étnica que el régimen de Benjamín Netanyahu está aplicando en la Franja de Gaza, ahora bajo el pretexto de una represalia al ataque de Hamás del 7 de octubre pasado.
El sábado se conoció en video del reportero de Al Jazeera Anas al-Sharif que las fuerzas israelíes que han invadido la Franja, irrumpieron y demolieron partes dl hospital Kamal Adwan de Gaza, enterrando vivos y matando a decenas de pacientes y desplazados palestinos cuando los buldóceres militares arrasaron y prácticamente nivelaron el patio, con las muchas tiendas de campaña instaladas por los refugiados, antes de que tuvieran oportunidad de escapar. David Azoulai no tiene por qué preocuparse. Netayanhu cumple deseos.
No está de más recordar que el genocidio es la destrucción organizada y deliberada, total o en gran parte, de grupos nacionales, raciales, étnicos o religiosos por parte de un Gobierno o sus agentes. Implica no solo matanzas masivas —como la que Israel ejecuta en la Franja de Gaza, donde más de
19 000 palestinos han sido asesinados, la gran mayoría, niños y mujeres—, sino también deportaciones forzadas (de eso se trata la limpieza étnica), violaciones sistemáticas, y el sometimiento económico y biológico.
La infame declaración del alcalde de Metula tuvo respuesta inmediata en la red X de un portavoz del museo de Auschwitz: «David Azoulai parece querer utilizar el símbolo del cementerio más grande del mundo como una especie de expresión simbólica seudoartística, enfermiza y odiosa». Los comentarios de Azoulai «pueden sonar como un llamado a un asesinato a una escala similar a la de Auschwitz», y pidió a las autoridades israelíes actuar contra Azoulai.
El alcalde respondió más exaltado aún —aunque intentó remediar, aduciendo que no llamó a matar a los palestinos, sino a sacarlos definitivamente de la Franja—, y acusó al museo de Auschwitz nada menos que de «antisemita», y redondeó su vehemente consideración con este nuevo, obcecado, arbitrario y perturbador dictamen: «Qué vergüenza, después de lo que les pasó a los judíos en Polonia, que defiendan a asesinos. No me corresponde a mí educar a los polacos, ellos fueron educados para odiarnos».
Por si alguien no lo conoce o es un insensible desmemoriado, el complejo de Auschwitz —campos de concentración, campos de exterminio y campos de trabajo en Polonia—, fue creado por los nazis alemanes durante la II Guerra Mundial, instalación del terror, donde fueron asesinados 900 000 judíos, unos 74 000 polacos, 21 000 romaníes (gitanos) y unos 15 000 prisioneros de guerra soviéticos.
El 27 de enero de 1945 fue el ejército soviético el que ingresó a Auschwitz y liberó a unos pocos miles de prisioneros que quedaban en la infame instalación nazi, de aquellos germanos que también se creía un pueblo «elegido».
Tengo mi sentencia, y seguiré repitiéndola, más tarde o temprano serán los palestinos quienes lograrán liberarse del deshumanizado y genocida régimen sionista de apartheid y construirán su propio Estado, soberano e independiente.