Rafael Viñales ha sido el jugador más estable a la ofensiva por Cuba durante la preparación. Autor: Tomada del Periódico 26 Publicado: 04/11/2024 | 10:59 pm
Lejos de despejar incógnitas a medida que se acerca la hora cero para el equipo Cuba de pelota, y la preparación por Asia llega al Ecuador rumbo a la competencia fundamental del año, el Premier 12, las dudas no hacen más que acrecentarse cuando apenas restan nueve días para que los nuestros comiencen su andar en el segundo torneo de mayor caché a nivel de selecciones nacionales.
El reciente golpe de realidad durante los dos choques de exhibición en Seúl, frente a Corea del Sur, parece dejarnos un adelanto gris de lo que pudiera suceder en el terreno del Taipéi Dome, a partir del 13 de noviembre próximo, si no logramos enderezar el camino a tiempo para llegar en la forma deportiva óptima.
Es verdad que en los duelos preparatorios faltaban por incorporarse aún al equipo cinco jugadores claves para cualquier aspiración seria de Cuba, al menos en la fase de grupos del Premier 12 (Ariel Martínez, Yadir Drake, Roel Santos, Liván Moinelo y Raidel Martínez), pero la señal de preocupación es visible dentro de un conjunto que apenas produjo tres anotaciones en 18 entradas a la ofensiva.
Tanto el bateo como el área de los lanzadores dejaron un cráter de interrogantes en el majestuoso Sky Dome, sobre todo, por lo mostrado este fin de semana contra un equipo coreano ciertamente fuerte, con potencial, pero que no se acerca a las selecciones conformadas en las dos ediciones precedentes del Premier, donde los asiáticos sacaron una renta envidiable con par de preseas: oro y plata.
A la ofensiva frente al novel e inteligente picheo de Corea del Sur solo el santiaguero Yoelquis Guibert y el tunero Rafael Viñales, quien se ganó su inclusión a última hora en el equipo grande a base de batazos, pudieron ligar tres indiscutibles entre los dos partidos. Por lo demás, los maderos cubanos no llegaron a ser nunca una amenaza y estuvieron casi silenciados totalmente.
Pero las mayores preocupaciones de cara al difícil compromiso que se avecina, al menos eso pienso, las dejaron nuestros serpentineros. El descontrol, los errores tácticos para seleccionar un lanzamiento clave, el hecho de no cuidar a los corredores contrarios en base y otros etcéteras, han salido a relucir de nuevo en tierras asiáticas como anacrónicas heridas enquistadas hace mucho tiempo en la selección nacional.
Ante equipos de primer nivel mundial cualquier pifia termina siendo pecado muy caro que se traduce, casi al seguro, en carreras. En el segundo desafío con los coreanos, por ejemplo, a la altura del cuarto episodio ya los lanzadores antillanos le habían propinado a esa hábil tanda, nada más y nada menos que seis bases por bolas, mientras que los locales estafaban cómodos y sin resistencia, además, tres almohadillas. Con esos desaciertos, el aplastante resultado en la pizarra era inminente.
Después de los primeros topes de preparación nuevas preguntas saltan a la vista con el picheo, sobre todo, luego que Ronald Bolaños y Yoan López confirmaran su ausencia con el conjunto cubano: ¿Tenemos claro ahora cuál será la rotación abridora más allá de Liván Moinelo?
Habría que preguntarle al cuerpo técnico cómo piensa tapar los huecos surgidos de imprevisto, más cuando hombres como Yusniel Padrón, que se habían anunciado como posibles cartas de triunfo desde la lomita, han estado en estos compases muy distantes del nivel que enfrentará Cuba en el Premier 12. Uno que sí pinta bien para asumir la responsabilidad es el jovencito zurdo Darío Sarduy, que en cuatro entradas de actuación en la gira no permite anotaciones y se ha mostrado dominante encima del box.
Debe ser la forma deportiva el elemento que se valore con mayor fuerza para enfrentar un torneo corto, aunque no siempre sea visto así. Y lo digo porque ningún nombre puede darse por seguro en una selección nacional solo por militar en determinada liga extrajera. Son aspectos a repensar en el futuro con serenidad.
Mientras, nuestro equipo continúa hoy su andar preparatorio ahora en tierras taipeyanas, donde enfrentarán durante tres jornadas a conjuntos de la Liga Industrial de ese país. Poco a poco el Cuba ha comenzado a blindarse allí con el arribo de los jugadores decisivos que restaban y, pese a todos los desafíos y deudas, si me preguntan, todavía estamos a tiempo para conquistar un buen resultado.