Con la venia de los asiduos lectores, hoy retomaré el tema de la lucha contra los fumadores en las instalaciones deportivas. ¿Que eso es algo (casi) incontrolable tanto en el extranjero como en Cuba? Lo sé. ¿Que existen estipuladas severas penalidades para quienes son capturados «in fraganti», aunque nunca reciben el merecido escarmiento? También lo sé. Pero no podemos quedarnos cruzados de brazos y continuar tolerando tales desazones.
Para fundamentar mi análisis, utilizaré como «enganche» ocasional un interesante comunicado de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), del pasado 7 de marzo, en el cual se expone la decisión de prohibir el consumo de tabaco, tanto en los cotejos que se dirimirán en las 12 ciudades anfitrionas de la Copa del Mundo Brasil 2014, como en la Copa Confederaciones de la FIFA, con sede en seis urbes brasileñas, del 15 al 30 de junio próximo.
Según trascendió, la medida se aplicará a los espacios interiores y a los sitios al aire libre dentro del perímetro de cada estadio. No se permitirá fumar, vender cigarrillos u otros productos del tabaco, ni se podrá hacer publicidad, promoción o patrocinio en los partidos.
Por demás, pletórica de alegría, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) celebró esta prohibición, la cual espera que ayude a impedir «el reclutamiento de nuevos fumadores», entre los jóvenes que asistan a esas competencias.
«Esta decisión se traduce en un ambiente más saludable para los atletas, el personal y los aficionados al fútbol. Además, significa que uno de los eventos deportivos más importantes del mundo, no será un espacio para la promoción del uso de tabaco», señaló Carissa Etienne, directora de la OPS, la oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin duda, medidas como esta ayudan a avanzar hacia un cambio social en rechazo al tabaco, que mata a unos seis millones de personas en el mundo cada año —de las cuales, un millón muere en nuestro continente—, según datos de la OMS. Además del cáncer de pulmón, el tabaco es la causa de otros 12 tipos de cáncer y es un factor de riesgo para muchos problemas de salud, entre los que figuran enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
«El tabaco es el único producto de consumo legal que mata cuando se utiliza exactamente como lo indica el fabricante», denuncia la OPS, que recuerda que desde los partidos del Mundial 2002 en Corea del Sur y Japón, las últimas cuatro Copas del Mundo han sido libres de tabaco.
Para nadie es un secreto que los fumadores respetuosos consumen sus cigarros fuera de las instalaciones deportivas o en áreas permisibles. Pero a los insolentes, no los detienen ni las sanciones a que se exponen. Y en Cuba —que no constituye la excepción— existen ambos. Por eso, en nuestro verde caimán debemos ser tan críticos de tales actos como la mismísima FIFA.
Por ejemplo, en la calurosa y sumamente estrecha sala capitalina Kid Chocolate —por solo citar un ejemplo—, hemos visto un sinnúmero de cigarrillos encendidos en plena competencia, ya sea de boxeo, lucha o fútsal. Esas personas no respetan ni al deportista, ni a quien tienen sentado a su lado, convertidos sin quererlo en fumadores pasivos. ¿Hay qué permitirles ese desmán? Creo que no. Hay que requerirlos. ¿Usted qué me dice?