Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Un lugar donde admiran mucho a los médicos cubanos

Con un entrañable encuentro con colaboradores de la brigada médica que presta servicios en diversas regiones del Reino de Arabia Saudita y la misión estatal, concluyó el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, su visita a este país. A quienes aquí enaltecen a la Patria con su labor, el Jefe de Gobierno trasladó un cálido abrazo, en nombre del pueblo de Cuba

 

Autor:

Yuniel Labacena Romero

 

RIAD, Reino de Arabia Saudiata.— Cuando hace ya siete años la doctora Abdulay Lobaina Ortiz llegó a esta nación árabe para salvar vidas y preservar salud junto a los nuestros, era la única mujer de su servicio sanitario. Ello causó cierta incertidumbre entre quienes aquí ejercen una de las más noble y humanas profesiones, pero ella no tuvo temor y emprendió un camino que hoy le ha dado muy buenos frutos.

«Llegué a un servicio que era puramente de hombres de múltiples nacionalidades, yo era la única mujer, cubana por demás, que no practicaba la misma religión de ellos, con la cara expuesta; y fue muy difícil insertarme en esos momentos», dice con total seguridad la cirujana guantanamera que ha librado una batalla en nombre de la entrega, la superación constante y la vocación de servicio.

Además, recordó que, al comienzo, también hubo un poco de recelo con respecto «a nuestro desempeño, pero en la medida que fue pasando el tiempo, ganamos confianza, demostramos nuestra preparación, experiencia profesional y nuestra manera de enfrentarnos a los diferentes casos.

«Hoy ya nos hemos insertado como uno más en el servicio y hacemos todo tipo de tareas al igual que ellos. Lo otro importante es que hemos logrado dominar el idioma, lo cual fue un reto. Inicialmente nos fue muy difícil, trabajábamos con traductores, pero en la medida que pasó el tiempo nos fuimos comunicando normalmente. Eso les da mucha tranquilidad y confianza y, por tanto, los resultados, el vínculo, el rapor con el paciente es muy positivo».

Entonces, como muestra de esa verdad, Lobaina Ortiz contó con cariño como ello se evidencia en el hospital pediátrico donde labora en la capital de este país. «La aceptación por parte de los padres, de los niños, ha sido maravillosa. Por su cultura, a veces la manera de expresar su satisfacción y el agradecimiento es diferente, pero tú logras ver cómo las madres premian la preparación, la constancia, la dedicación que brindamos. Esa ha sido la clave de todo».

Esa historia la conocimos minutos antes de que el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, sostuviera un entrañable intercambio con los colaboradores cubanos de la salud que aquí prestan sus servicios. Se trata de una colaboración que comenzó hace una década y cuyo prestigio creciente ha recibido el reconocimiento del pueblo y de las autoridades sauditas.

De ello, precisamente habló a sus interlocutores, —unos presentes en el encuentro, otros mediante videoconferencia—, el Jefe de Gobierno, quien les dijo que lo realizado en estos años es motivo de orgullo. «Reconocer el trabajo que hacen ustedes, agradecerles que en cada rincón en el cual se encuentran, ahí está Cuba y nos satisface mucho escuchar los elogios sobre la labor que realizan».

Por casi todo el país

En el Reino de Arabia Saudita nuestra colaboración médica tiene una experiencia importante. Y es que, en nueve de sus 13 regiones, profesionales de diversas especialidades dejan huellas de amor y respeto. Así lo explicó Juan Carlos Dupuy, jefe de nuestra brigada médica, quien añadió que la mayor cantidad de los colaboradores están ubicados en la provincia de Jizán, al sur este del país; y también hay un grupo numeroso en la región de Asir.

«Aun cuando se trata de un país muy grande con una superficie aproximadamente de 2 150 000 kilómetros cuadrados, el trabajo ha sido encomiable, muy bien visto por las autoridades sauditas y el resto de los colaboradores de otros países con los que ellos comparten su quehacer diario.

«La actividad asistencial es muy intensa y destaca la vocación de la medicina comunitaria cubana dentro del sistema sanitario saudí.

«Diariamente se operan muchos casos, se ven muchos pacientes, y el colaborador cubano siempre está presente, nunca dice que no, y marca la diferencia con la asistencia personalizada. Ese hecho de tocar a los pacientes, de familiarizarse con ellos, realmente les causa impresión.

De esas experiencias, igualmente, habló el doctor Nizahel Estévez Álvarez, quien en los primeros años de llegar al país se desempeñó como cirujano cardiovascular en el sur de la nación. Ya está en la capital y ha trabajado en dos instituciones de tercer nivel. «Ahora estoy en una dedicada específicamente a cirugías de alta complejidad cardiovascular y al trasplante de corazón y de pulmón. Es un centro pionero en esta última función para pacientes pediátricos en todo el Golfo».

Asegura tener «una amplia experiencia», pues esta misión le ha ofrecido formar parte de «un equipo multidisciplinario muy heterogéneo, que me ha aportado nuevos saberes. Además, esta experiencia me ha brindado la capacidad de entrenarme en determinados puntos de la especialidad, desde el seguimiento preoperatorio, algunas de las etapas del trasplante, hasta el posoperatorio», señaló.

Estévez Álvarez dijo que todos los profesionales cubanos que están en Arabia Saudita «tenemos que tratar de ajustarnos y de saber trabajar en equipo. Eso ha sido muy valioso. El idioma, indudablemente, ha sido la parte más compleja para mí, porque el centro donde estoy no solo es asistencial, sino también de formación y posgrado.

«Este es un país con características muy particulares por su propia idiosincrasia, por lo que desde el punto de vista social esta colaboración ha sido, igualmente, un reto.

«Te enfrentas a una dinámica multicultural, donde tienes colegas de muchas zonas de Asia, y muchas zonas del Medio Oriente, con características disímiles en cuanto a cultura, religión, y eso hasta cierto punto te obliga a ajustarte para poder integrarte al equipo», nos dice con voz serena y la experiencia de quien ha salvado vidas en diversas naciones.

Un compromiso intacto

Desde la emoción y la sinceridad hablaron, además, los doctores Lester, Reinaldo, Yanelis. Sus primeras palabras fueron siempre de aliento «a su amada Patria» que ha sufrido los embates del poderoso huracán Melissa y, también, para ratificar el compromiso con la labor que desarrollan en este país.

Estamos muy agradecidos por el encuentro, expresó Lester, el médico intensivista de Cienfuegos. «Este intercambio muy familiar nos da satisfacción. Nuestro deber es seguir consolidando el trabajo que hacemos para que Cuba siga teniendo el prestigio del cual le han hablado en estos días», señaló.

A todos ellos agradeció el Primer Ministro. Entonces, informó sobre la agenda de trabajo desarrollada en Arabia Saudita y las muestras de cariño y reconocimiento hacia la delegación.

Fotos: Estudios Revolución

Brindó algunas consideraciones sobre el encuentro que sostuvo con Fahad Bin Abdurrahman Al Jalajel, ministro de Salud del Reino, donde se ratificó la voluntad común de ampliar la cooperación en esta esfera. «Tuvo palabras de mucho elogio y gratitud hacia la colaboración médica. Habló de las características de nuestros profesionales y dijo estar sorprendido de que estén en las comunidades de las regiones más lejanas, hablan algo de árabe, incluso otros hablan dialectos de la región donde laboran.

«Se refirió, igualmente, a una atención no solamente de alta calidad, de mucha profesionalidad, sino también esa sensibilidad que marca la diferencia en nuestros profesionales de la salud», subrayó.

Marrero Cruz aludió al encuentro sostenido con Su Alteza Real el príncipe Mohamed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud, príncipe heredero y primer ministro del Reino, a los acuerdos firmados durante la visita, los fructíferos intercambios realizados con empresarios y hombres de negocios, así como las muestras de solidaridad ante los impactos causados por el huracán Melissa.

Al cierre del encuentro, destacó que la cooperación en el sector de la salud ha contribuido notablemente al fortalecimiento de los vínculos bilaterales con el Reino, que el próximo año cumplirán siete décadas. Además, trasladó la confianza de que se está trabajando duro para superar la compleja situación que atraviesa el país y se despidió con «un fuerte abrazo»

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.