Según el italiano Fabio Capello, ahora al frente de la selección inglesa, el Mundial de Sudáfrica comenzó la víspera, cuando todos los equipos concursantes adelantaron sus posibles nóminas definitivas.
Este martes expiró el plazo dado para definir los 30 jugadores elegibles por cada país, y se abre un compás de espera hasta el próximo 1ro. de junio, fecha tope para designar los 23 futbolistas que tendrán el privilegio de defender sus banderas.
Algunos estrategas cumplieron al pie de la letra las exigencias, otros divulgaron listados de menor calado, y pocos preferirieron hacer el corte definitivo.
Así quedaron disipadas varias dudas, que en algunos casos tomaron forma de sorpresas. Capello, por ejemplo, citó inesperadamente al defensor del Liverpool Jamie Carragher, quien se había despedido de la selección hace tres años.
Al parecer el exitoso técnico sigue preocupado por las dolencias de varias de sus figuras, entre ellas el central Rio Ferdinand, quien ha tenido una accidentada campaña.
Por su parte, el brasileño Carlos Dunga fue fiel a sus preceptos, y solo despistó con el descarte de Adriano y la inclusión de Grafite. La presión popular fue insuficiente para la entrada del jovencito Neymar, aunque pudo haber ayudado a su compañero Ganso a enrolarse en la lista de siete reservas junto a Ronaldinho, Alex, Marcelo, Carlos Eduardo, Sandro y Diego Tardelli.
Otro que pretendía terminar con el suspense era el francés Raymond Domenech, pero finalmente se decantó por una lista preliminar en la que destaca la ausencia del delantero Karim Benzema y el ex capitán de los «Bleus» Patrick Viera.
Mientras, el técnico holandés Bert van Marwijk terminó con las pretensiones de Van Nistelrooy, pues el ariete no se volverá a vestir de naranja en un Mundial. Tampoco el veterano Seedorf integra el grupo de los «tulipanes» liderados por Robben, Van Persie, Kyut, Sneijder y compañía.
Y Marcelo Lippi cumplió con su guión previo al prescindir de los servicios de Totti, Del Piero, Casano y Luca Toni. La única novedad en el llamado del «míster» italiano fue la inclusión del delantero Giuseppe Rossi por el central Legrotaglie, una solución que deja sin mucha cobertura cualquier problema con Cannavaro o Chielenni.
El último de los «grandes» en develar sus armas fue la Argentina de Maradona, quien confirmó a Palermo entre sus siete delanteros. El Pelusa tampoco atendió a los reclamos para sumar a Zanetti, Cambiasso, o Gago, y sí apostó por el talento «local» convocando a los pocos conocidos Garcé, Blanco, Insaurralde y Mercier. Polémico ¿no?