Cientos de niños perecieron bajo los escombros debido al terremoto que sacudió el oriente de Afganistán el pasado domingo. Autor: Xinhua Publicado: 04/09/2025 | 09:21 am
Este jueves, el gobierno talibán elevó la cifra oficial a 2.205 personas fallecidas y 3.640 heridas a causa del devastador terremoto de magnitud 6.0 ocurrido el pasado domingo, consolidándolo como una de las tragedias más letales que ha sufrido el país en el último siglo.
El portavoz adjunto talibán, Hamdullah Fitrat, confirmó las cifras a través de un mensaje en la red social X, detallando que las labores de rescate y socorro continúan de manera incansable, aunque con pocas esperanzas, en la provincia de Kunar —epicentro de la devastación— y en las regiones aledañas que hacen frontera con Pakistán. «Se han instalado tiendas de campaña para las familias desplazadas en varios lugares, y se está llevando a cabo la distribución organizada de asistencia humanitaria primaria y urgente», afirmó Fitrat.
Transcurridas más de 96 horas desde el sismo, la ventana de oportunidad para hallar con vida a personas que aún podrían estar atrapadas bajo los escombros se reduce rápidamente. Las operaciones se concentran en los distritos de Noor Gul, Chawkay y Manogai, donde pueblos enteros quedaron reducidos a ruinas, reporta la cadena Telesur.
Funcionarios locales, como Rahimullah Hamzala, portavoz de seguridad en Kunar, advierten que el número de víctimas «podría aumentar aún más».
La magnitud de la catástrofe ha superado con creces el terremoto de octubre de 2023 en la provincia de Herat, que dejó más de 1.500 muertos, y evidencia la extrema vulnerabilidad de un país fracturado por décadas de conflicto y crisis humanitarias sucesivas.
Mientras tanto, la ayuda internacional ha comenzado a llegar, aunque con la lentitud que impone la logística y la compleja situación política local. Los principales países proveedores de asistencia son sus vecinos regionales: Pakistán, Türkiye, Irán, China e India. No obstante, las agencias humanitarias insisten en que se requiere un flujo de ayuda mucho mayor, coordinado y sostenido, para evitar que una catástrofe natural derive en una crisis humanitaria aún más profunda.
El terremoto, registrado por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) a las 23:47 hora local del domingo, tuvo su epicentro a solo 27 kilómetros al este-noreste de Jalalabad. Su escasa profundidad —apenas 8 kilómetros— amplificó el poder destructivo del evento. Al ocurrir en la madrugada, la mayoría de los residentes se encontraban durmiendo en sus hogares, muchos de ellos construcciones rudimentarias de adobe que se derrumbaron de inmediato.