La maquinaria bélica sionista pertrechada por Washington reanudó la agresión genocida. Autor: Tomado de Internet Publicado: 20/03/2025 | 06:32 pm
Demoledores bombardeos aéreos, metralla de tanques y cañones, volvieron a ensangrentar en las últimas horas la pequeña Franja reducida a escombros, donde más de dos millones de palestinos se resisten al despojo y desalojo de su tierra nativa.
Tras dos meses de una frágil tregua, esgrimida por Trump como éxito propio, ante el firme rechazo de los sobrevivientes, la maquinaria bélica sionista pertrechada por Washington reanudó la agresión genocida.
Familias enteras son exterminadas y sus hogares se convierten en tumbas colectivas. Ataques israelíes mataron al menos a 85 palestinos en la durante la noche y el jueves, según funcionarios sanitarios locales.
En los bombardeos del martes estableció un macabro récord de 183 niños asesinados en una jornada, a los que se sumaron 94 mujeres y 34 ancianos de un total de más de 400 muertos y por lo menos 678 heridos, según datos de las autoridades sanitarias en Gaza.
En Israel, más de dos millones de israelíes despertaron con el aviso de las sirenas de un ataque aéreo y corrieron a los refugios el jueves, por la detección de un misil procedente de Yemen. Numerosas personas fueron atendidas en hospitales del centro del país por lesiones menores sufridas en la estampida. El aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv paralizó sus operaciones.
Horas después, Hamás disparó tres cohetes contra Israel sin causar víctimas, en el primer ataque de este tipo desde que Israel puso fin al alto el fuego con un bombardeo sorpresa sobre Gaza el martes.
Mientras, miles de manifestantes se congregaron en Jerusalén por segundo día, en protesta contra la decisión de Netanyahu de proseguir su guerra, abandonar a los cautivos israelíes en poder de Hamás y poner en peligro sus vidas con la reanudación de los bombardeos. Frente a la casa de Netanyahu, la policía utilizó cañones de agua contra los manifestantes.
El ejército israelí restableció el bloqueo en el norte de la Franja, incluida la ciudad de Gaza, donde las fuerzas de ocupación advirtieron a los residentes que no utilizaran la carretera principal para entrar o salir y solo se permitiría el paso hacia el sur por la carretera costera. También se anunció una operación terrestre adicional cerca de la ciudad de Beit Lahiya, ya en gran parte destruida.
Cientos de miles de palestinos regresaron a lo que quedaba de sus hogares en el norte tras la entrada en vigor de un alto el fuego el 19 de enero, y desde los sorpresivos ataques del martes, Israel ha asesinado a más de 700 civiles, en su mayoría mujeres y niños.
El primer ministro Israelí Benjamín Netanyahu reanudó los fuertes ataques mediante una estratagema propiciada por el gobierno de Trump, que abandonó el acuerdo de enero y propuso una prolongación de la tregua por 60 días y la liberación por Hamás de todos los prisioneros israelíes, a cambio de un número menor de palestinos, dejando abierta a Netanyahu la posibilidad de continuar su guerra de exterminio y limpieza étnica.
Hamás rechazó la nueva propuesta de Estados Unidos y exigió el cumplimiento de lo ya acordado en enero.
Sin declararlo, Trump puso en evidencia su deseo de que el ejército sionista obligue a la población palestina a abandonar la Franja para adueñarse sin costo de los codiciados 30 kilómetros de costas mediterráneas de Gaza y poder erigir su soñado paraíso turístico hotelero, vislumbrado en sus diabólicos sueños infernales.