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Más que un congelamiento de fondos, la administración estadounidense emplea la financiación internacional como herramienta de desestabilización. Autor: Getty Images Publicado: 15/02/2025 | 10:16 pm
El congelador de la nueva administración estadounidense apunta bien en algunas ocasiones. En esa ansiosa propensión a lograr la eficiencia gubernamental en la que está enfrascado el multimillonario, y según se le llama copresidente, Elon Musk, con órdenes y decretos firmados por su consorte Donald Trump, la Usaid fue puesta en crisis y levantó ronchas hasta en la CIA, habida cuenta de que es una de sus armas encubiertas.
Muchas de sus acciones sucias —aunque sabidas y denunciadas de manera reiterada por quienes las han sufrido y sufren, como es el caso de Cuba desde que fue creada por el presidente John F. Kennedy en 1961— salieron a la luz con la pesquisa muskiana, y resulta provechoso porque las «revelaciones» vienen desde las mismas entrañas del imperio.
Hay controversia en el seno de las instituciones de poder estadounidenses, de manera que uno de sus principales instrumentos desde los medios de propaganda, la llamada VOA —obviamente pudiéramos decirle BOA porque es toda una serpiente de infamias y calumnias—, hizo su trabajo de vocera de los vividores anticubanos con sede en Miami y advirtió: «la suspensión de la ayuda provista por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) causaría un fuerte impacto para la oposición en Cuba y otros países que reciben asistencia de Washington».
Dijo que entrevistaron a «expertos» y «desde dentro y fuera de Cuba, miembros de la oposición y el periodismo independiente, receptores de este aporte económico, insistieron en la importancia de la ayuda». De manera que es un reconocimiento tácito de que son asalariados del Gobierno de Estados Unidos, mercenarios y agentes del extranjero, violadores de las leyes de Cuba, como lo serían en cualquier país del mundo, incluido el propio Estados Unidos.
«No tiene arreglo», les dijo Musk y su equipo DOGE, que trabaja con el fin de cerrar la agencia, y el mejor chiste del caso es que quien como senador fue legislador principal de esas agresiones y mentiras contra Cuba, Marco Rubio, tuvo que tragarse la amarga pócima y hasta defenderla como secretario de Estado nombrado y aprobado. Ya ven de lo que es capaz el oportunismo, pues le encargaron del congelamiento de la Usaid como director interino y admitió que la entidad no coopera con los intereses del país, es decir, con Trump.
Para que la picazón no se quite, Musk y su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) ha congelado también al inicio de esta semana a otro de los instrumentos para las acciones de cambio de régimen y subversión, la Fundación Nacional para la Democracia (NED), que se sabe actúa desde 1983 cuando la administración de Ronald Reagan, para «promover la democracia» y «los derechos humanos» al estilo USA, en más de 90 países, y para este año fiscal 2025 había recibido un presupuesto declarado de 315 millones de dólares del Gobierno de Estados Unidos.
Sin excavar mucho, estos son algunos pormenores en su historial: en 1991, Allen Weinstein, cofundador de la NED, reconoció al diario The Washington Post que gran parte de lo que hacían como acciones «abiertas» 25 años atrás, eran tareas de la CIA «de forma encubierta».
Cuando Musk hizo una encuesta
Dice antiwar.com que, en ocasión de su actual congelamiento, el influyente Musk les pidió a los 217,5 millones de seguidores que tiene en su red X que enumeraran «todas las cosas malas que ha hecho la NED», y el periodista Jim Bovard, un miembro importante del Libertarian Institute, le respondió en un artículo donde le hizo saber cómo ha estado criticando a la organización durante sus 40 años, y entre los ejemplos detalló lo que escribió en 2006 para The American Conservative, en cuanto a la actuación de la NED en América Latina:
«En 2001, la NED cuadriplicó su ayuda a los opositores venezolanos del presidente electo Hugo Chávez, y financió en gran medida a algunas organizaciones involucradas en un sangriento golpe militar que sacó temporalmente a Chávez del poder en abril de 2002. Después de que Chávez recuperó el control, la NED y el Departamento de Estado respondieron vertiendo aún más dinero en grupos que buscaban su derrocamiento», anotó.
También «el Instituto Republicano Internacional, uno de los mayores beneficiarios de subvenciones de la NED, desempeñó un papel clave, tanto en el golpe de Estado a Chávez como en el derrocamiento del presidente electo de Haití, Jean-Bertrand Aristide. En febrero de 2004, una serie de grupos e individuos apoyados por la NED ayudaron a impulsar un levantamiento que dejó cien muertos y derrocó a Aristide», continuaba el artículo de Bovard.
Por supuesto, son interminables los golpes bajos de este adalid de la «democracia» y de «los derechos humanos». Cuba puede aportar a la documentación, aunque no es la única agencia que mete sus garras contra esta nación caribeña.
En el arsenal de armas y maniobras para la desestabilización han estado desde organizaciones contrarrevolucionarias apoyadas con amplia cobertura mediática internacional, periodistas independientes que nada tienen de independientes —ya vimos la confesión de la VOA—, «premios internacionales» y cursos de capacitación, promoción de indisciplinas y manifestaciones antisociales que buscan que sean reprimidas y justifiquen una intervención militar, hasta el fomento en las redes digitales de un pensamiento anexionista, de estímulo a migraciones masivas con el objetivo de saquear el capital profesional y productivo cubano, haciendo objetos preferidos de su diabólico trabajo a jóvenes, intelectuales, artistas y centros universitarios.
Agreguen, además, el hecho de divulgar falsas noticias o magnificar sucesos o generalizar hechos aislados en busca de crear focos de incertidumbre, temores y descontentos para sus malignos intentos de erosionar la unidad del pueblo y el respaldo al Gobierno del pueblo.
Recordemos que el periodista estadounidense Tracey Eaton, en su sitio Along the Malecón, publicó hace casi una década datos precisos del financiamiento por casi cuatro millones de dólares en 2015 para los programas de cambio de régimen en Cuba, a través de la NED, con total fracaso.
La historia de fiascos ha continuado sin saltarse ni un solo año de presupuesto. El 23 de febrero de 2021, la propia NED, en su sitio web, publicó una larga lista de las ONG y fundaciones —yo diría que fantasmas o con pequeñísimas membresías que apenas cubren los dedos de las manos— que recibieron dinero para intervenir en Cuba durante 2020. Tampoco fueron exitosas sus acciones, por demás, desconocidas, demostrando que las pesquisas actuales tienen razón sobre el despilfarro de los dineros de los contribuyentes estadounidenses, que van a parar a los bolsillos de los pillos aprovechados de la industria anticubana. Por cierto, algunos de esos dineros se quedan en el propio Miami.
Y vuelvo y repito, como puntales de esos derroches, es decir, de la USAID y de la NED, los politiqueros que se dicen llamar cubanoamericanos destilan su odio y se benefician de él, aunque camaleónicamente cambien de casaca. Esta es una referencia para el Rubio de Miami. El destape que ha hecho DOGE le traerá sus consecuencias, aunque el ladino tiene experiencia en salir a flote. Veremos cuánto dura en el cargo…
Un elemento conclusivo: no tengo dudas de que cuando pongan las cuentas en orden vuelvan a las andadas con esos engendros que han provocado incluso el desmembramiento de naciones, pero es evidente que por el momento se hace un poco de justicia. Puede que les den otros nombres, pero no cejarán en los intentos; aunque quizá la razón de este jaque actual esté en que son otros los métodos preferidos del binomio Trump-Musk: chantajes, torceduras de brazos, apretar las clavijas, imponer tarifas, sancionar, ahogos económicos de todo tipo, recrudecer bloqueos y hasta pretender comprar países o territorios para doblegar y expandir sus dominios a cualquier precio.
