Marione Ingram, una sobreviviente del Holocausto, exigió, frente a la Casa Blanca, el cese de la agresión israelí a Gaza. Autor: Democracy Now Publicado: 09/11/2023 | 03:15 pm
WASHINGTON, noviembre 9. — La primera tarea que se asignó el republicano de Louisiana, Mike Johnson, como presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos es buscar recortes presupuestarios a cambio de un paquete de ayuda militar adicional de 14 000 millones de dólares para Israel.
El Comité de Asuntos Públicos Estadounidense-Israelí, o AIPAC, fue el principal donante del representante Mike Johnson durante su campaña más reciente, aportándole 25 000 dólares entre 2021 y 2022, según un análisis de OpenSecrets sobre sus contribuyentes políticos.
La propuesta del republicano de Louisiana para la ayuda a Israel, que llega mientras el régimen de Benjamín Netanyahu continúa su bombardeo desenfrenado de Gaza, le quitaría 14 000 millones de dólares del Servicio de Impuestos Internos, incluido un programa que la agencia está desarrollando para permitir a los estadounidenses presentar sus impuestos de forma gratuita, comentó la publicación The Intercept.
AIPAC, por su parte, está presionando al Congreso para que proporcione fondos adicionales a Israel en medio de la guerra en curso. En una ominosa declaración el lunes, AIPAC tuiteó: «Apoyamos firmemente la medida para financiar completamente la asistencia de seguridad crítica para Israel en su lucha para destruir a Hamás. Reconocemos que este es el primer paso de un proceso que seguirá desarrollándose. En cada paso del proceso, trabajaremos para lograr un apoyo bipartidista abrumador del Congreso para esta asistencia crítica».
La propuesta de Johnson, en su versión actual, enfrenta grandes dificultades en el Congreso, aunque podría obligar a los demócratas a elegir entre votar en contra de la ayuda a Israel e incurrir en la ira del poderoso lobby AIPAC —que es donante financiero de un considerable número de legisladores estadounidenses de uno y otro partido—, o votar a favor de un proyecto de ley que subvertirá los esfuerzos del presidente Joe Biden para fortalecer el IRS.
El proyecto de ley también recortaría los fondos que reforzarían la lucha contra la evasión fiscal y la asistencia en la presentación de impuestos del IRS. La propuesta es un fracaso entre los demócratas del Senado que han criticado la estrategia y han señalado una puntuación de la Oficina de Presupuesto del Congreso que muestra que la medida en realidad aumentaría el déficit federal.
También es probable que Biden lo descarte, quien obtuvo 80 000 millones de dólares para impulsar al IRS a través de su Ley de Reducción de la Inflación. Biden ha pedido al Congreso que apruebe un paquete de asistencia militar de 106 000 millones de dólares tanto para Ucrania como para Israel.
A principios de esta semana, el secretario de Estado, Antony Blinken, reiteró la petición de Biden durante una audiencia en el Senado, donde fue interrumpido repetidamente por manifestantes que denunciaban el apoyo de la administración al genocida que ejecuta Israel en Gaza.
Mientras tanto, Johnson busca desvincular la ayuda militar de Israel de la asistencia a Ucrania. Un proyecto de ley que proporciona financiación sólo a Israel puede ser difícil de vender para los demócratas que enfrentan crecientes llamados a apoyar un alto el fuego, una intervención humanitaria que AIPAC ha rechazado explícitamente. (Hasta ahora, solo 18 miembros del Congreso han firmado una resolución que insta a un alto el fuego en Gaza).
En respuesta a la propuesta de Johnson, un grupo bipartidista de representantes escribió claramente sus intenciones: «La introducción de compensaciones, o el posible aplazamiento de nuestros compromisos, amenaza no sólo nuestro interés nacional, sino también nuestra salud fiscal a largo plazo. Es mucho mejor y menos costoso en sangre y dinero garantizar que Rusia, Irán y Hamás sean derrotados en sus guerras actuales que si logran victorias estratégicas contra Ucrania o Israel».
Entretanto, miles de estadounidenses rechazan la actuación de Israel en diversas manifestaciones y otras acciones en las principales ciudades del país, incluída Washington, la capital.
El miércoles decenas de activistas judíos por la paz encabezaron una sentada pacífica de protesta en la oficina del congresista demócrata Earl Blumenauer, pidiendo al legislador que apoye un alto el fuego duradero en Gaza, dijo Democracy Now.
También en el Capitolio, más de cien miembros del personal del Congreso realizaron una huelga exigiendo a sus jefes que respaldaran un alto el fuego en Gaza, e incluso más de mil empleados de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, firmaron una carta respaldando un alto el fuego, en la que agregaron que «los esfuerzos de asistencia humanitaria y la ayuda para salvar vidas se vuelven en gran medida discutibles en situaciones de violencia y bombardeos indiscriminados y en aumento».