Millones de niños en el mundo entero viven en extrema pobreza, pero en Estados Unidos, existen cuantiosos recursos para superar ese problema Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:29 pm
Cada 41 segundos nace un niño en la pobreza en este país según un informe divulgado recientemente por el grupo Children´s Defense Fund (CDF).
El informe, titulado Poniendo Fin a la Pobreza Infantil Ahora, detalla que la pobreza golpea a 12,8 millones de niños en Estados Unidos, o cerca de uno de cada cinco menores en el país, y aúnta que, de haber voluntad política, el gobierno puede adoptar medidas para reducir en un 57% el problema de la pobreza infantil.
Más de dos terceras partes de los niños pobres pertenecen a las minorías, y uno de cada tres vive en hogares donde al menos un adulto no gana lo suficiente para el sustento de su familia, revelan los datos.
Según el CDF, cerca de cuatro de cada 10 niños han vivido en la pobreza al menos un año de sus vidas antes de cumplir la mayoría de edad.
El documento, que da seguimiento a un análisis de 2015, condenó duramente la «farsa moral» de que en Estados Unidos haya niños que pasan hambre mientras las familias más ricas se benefician con profundos recortes tributarios.
Marian Wright Edelman, fundadora y presidenta emerita de CDF, afirmó que «es una vergüenza moral y una profunda amenaza económica que casi uno de cada cinco niños es pobre en la nación más rica de la tierra».
Según Edelman, resulta injusto e inaceptable que EEUU permita que más de 12,8 millones de niños vivan en la pobreza cuando existen los medios para prevenirlo.
«La pregunta no es si tenenos el conocimiento o los recursos para poner fin a la pobreza infantil, sino si tenemos la decencia moral o voluntad política para hacerlo», subrayó.
En lugar de aliviar el estado de esos miles de niños, encauzando debidamente los recursos con los que cuenta ese poderoso país, el gobierno estadounidense parece estar más concentrado en atacar a cuba con sanciones económicas del más puro estilo de guerra fría, y levantar un dedo acusador para hablar de «trata de personas» en un país donde ese problema no existe, nuestra Isla.